Después de un fin de semana de descanso, el Gran Circo regresa a la acción para completar su segundo ciclo de tres carreras seguidas. Será en el GP de Gran Bretaña F1 que se disputa del 31 de julio al 2 de agosto en el icónico Circuito de Silverstone.

Allí, sobre las pistas de un antiguo aeródromo militar empleado por los bombarderos de la R.A.F durante la II Guerra Mundial nació el Mundial de la especialidad en 1950.

Considerada la ‘carrera de casa’ para los protagonistas de la competición, ya que la mayoría de las escuderías -excepto  Ferrari, Alfa Romeo, Alpha Tauri- tienen sus fábricas a escasos kilómetros del mítico autódromo, siempre está marcada en rojo en el calendario, por todos sus integrantes.

Por desgracia, la mágica atmósfera que habitualmente rodea a este evento por los fans locales se echará en falta al desarrollarse a puerta cerrada por la pandemia.

En el plano deportivo, Mercedes y Lewis Hamilton aterrizan en el trazado de Northamptonshire que albergará consecutivamente la cuarta y quinta (GP del 70º Aniversario) escala del campeonato, como favoritos indiscutibles al frente de ambas clasificaciones.

Todo lo contrario se puede decir de sus rivales. Red Bull, y en menor medida Ferrari, debían convertirse en los oponentes de la fuerza germana. Sin embargo, no están cumpliendo con ese papel.

Tan solo en algunos momentos puntuales, el ‘Mercedes Rosa’ de Racing Point se ha acercado levemente a su clon de 2020. Por cierto su piloto Sergio Pérez se ha convertido en el primer corredor de la parrilla en dar positivo y obviamente, no disputará la prueba.

Así las cosas, todo hace indicar que se vivirá otra exhibición de los alemanes, favoritos para las dos rondas en Inglaterra, camino de la séptima corona de Pilotos y Constructores seguida.

En cuanto a McLaren y Carlos Sainz, esperan cuajar una gran actuación en un escenario que podría ser propio para soñar con un resultado destacado. Así lo atisban con las mejoras que estrenarán cerca de su factoría en Woking.

Mercedes y Hamilton, favoritos en casa

El dominio de la formación de la estrella durante las tres pruebas iniciales ha resultado aplastante. De hecho, se ha impuesto en Austria con Valtteri Bottas y en las dos posteriores, Estiria y Hungría, con su compañero inglés.

Precisamente, tras su victoria en esa última ronda magiar, el hexacampeón inglés estrena en su país el liderato de la General de Pilotos con cinco puntos más que su vecino de box finlandés. Ahora mismo, la escudería y el deportista forman un binomio imbatible.

El 44 buscará la que sería su séptima victoria en una de sus pistas predilectas como demuestra el hecho de que se mantenga como el corredor más exitoso de todos los tiempos con seis triunfos.

Algo similar se puede decir de la fuerza germana, dominadora en seis de las últimas siete carreras junto al corredor de Stevenage.

Por si esto fuera poco, la configuración del trazado, con curvas de velocidad media-alta y largas rectas donde prima la potencia, favorecen aún más al W11.

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Red Bull, el motor Honda bajo sospecha

A pesar del segundo puesto de Verstappen en Hungría, Red Bull constituye una de las grandes decepciones en este arranque de curso incluso por encima de la protagonizada por Ferrari.

Se suponía que el bólido azul había dado un salto prestacional que les debería permitir pelear por la corona en 2020. Pues bien, nada más lejos de la realidad.

Ante esa difícil situación, casi todas las miradas se sitúan en el propulsor japonés. La mecánica de Honda no ha ofrecido el aumento de potencia necesario para discutirle la hegemonía a los teutones.

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Es más, se muestra más lento que su antecesor. Por ello, la distancia de 1,5 segundos por vuelta respecto al W11 parece lógica… y abismal.

Tanto es así que se han encendido todas las alarmas en el seno de la escudería energética que ha convocado una reunión al más alto nivel con los máximos representantes del equipo y de Honda.

Por otra parte, las deficiencias en el chasis también han hecho del RB16 una máquina inestable, impidiendo compensar el pobre rendimiento del motor nipón.

A estos factores, según su máximo dirigente, Helmut Marko, se habría unido un error conceptual en el diseño del coche al tratar de copiar el modelo de Mercedes.

Así las cosas, solo el talento de Max Verstappen les permite maquillar algo la debilidad de su coche para colarse entre ambos W11 como sucedió en el Autódromo de Hungaroring. Ahora mismo, ése es el techo al que pueden aspirar los de Milton Keynes.

Ferrari, minimizar daños

Peores expectativas aún se presentan para Ferrari. El SF1000 ha nacido con escasa eficiencia aerodinámica. Además sufre un déficit de potencia, unos 40/50 caballos, respecto al W11, después del acuerdo alcanzado por la FIA que descubrió algunas ‘zonas oscuras’ bajo el capó de su antecesor de 2019.

Conscientes de la travesía del desierto que han de recorrer, la Scuderia reconoce que no regresarán los éxitos hasta 2022, temporada en la que entrará en vigor una nueva normativa que debería alumbrar una mayor igualdad.

De momento, pelear por acceder a la Q3 y sumar el mayor número de puntos los domingos, centrará su triste objetivo. Cabe recordar que en la anterior cita húngara Sebastian Vettel terminó sexto como mejor piloto del equipo. Red Bull y la sorprendente Racing Point les sitúan como la cuarta fuerza de la parrilla.

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Y aunque en 2018, el alemán se subió a lo más alto del podio en Silverstone con su bólido rojo, nada hace indicar que pueda repetir la gesta.

En cuanto a su compañero, Charles Leclerc, quien ya siente la presión como punta de lanza del Cavallino Rampante, deberá demostrar su carácter para dejar claro que merece esos galones, retirados a todo un tetracampeón que abandonará Ferrari al concluir la actual temporada.

McLaren, liderar la zona media   

Terceros en la clasificación por Equipos, McLaren afronta las dos rondas domésticas con la intención de olvidar el mal resultado conjunto en el Hungaroring.

Allí, solo Carlos Sainz pudo salvar un par de puntos al terminar noveno, mientras que Lando Norris terminó fuera del top 10.

Cabe recordar que el joven inglés firmó su primer podio en Austria y una semana después el madrileño sello su mejor resultado del madrileño que supo a poco al ser quinto en Estiria.

En definitiva, el objetivo colectivo pasará por recuperar las grandes sensaciones demostradas en las dos primeras carreras.

Para dar ese salto prestacional, presentarán novedades en la doble ronda británica y en Barcelona, segundo triplete de Grandes Premios del curso. Por tanto, encabezar la zona media de la parrilla y pisar nuevamente el cajón será su nuevo reto… y un sueño.

GP de Gran Bretaña F1 2020: Mercedes F1.