¿Qué le pasa a Lewis Hamilton? El inglés está hundido 

En el pasado GP de la Emilia-Romaña se produjo una imagen muy reveladora de la actual situación deportiva que atraviesa Lewis Hamilton (Mercedes). En la 41ª vuelta de la cita italiana fue doblado por el vigente campeón Max Verstappen (Red Bull) en el Circuito de Ímola.

Toda una humillación para un monarca destronado. Cuesta creer que tres meses atrás peleaba con el holandés por la que hubiera sido su octava corona, convertida ahora en una quimera.  

Después de cederle el paso a su sucesor en esa carrera, terminó en un sonrojante decimocuarto puesto, diez peor que su nuevo compañero. Un domingo más -y ya van tres- fue superado por George Russell, cuarto en San Marino al extraer las máximas prestaciones del deficiente W13.

Lastrado por el peor inicio de curso en sus dieciséis temporadas en la Categoría Reina, el heptacampeón se ha quedado en blanco en una prueba y sumado un solo punto en otra.

Tan sólo en la batalla inaugural en Baréin, Lewis Hamilton terminó por delante de su compatriota, logrando su único cajón hasta ahora. Contrasta ese paupérrimo bagaje con los datos. El recién llegado ha finalizado entre los cinco primeros en todos los compromisos de 2022.  

Como reflejo de esa coyuntura, la estrella de Mercedes está hundida en la séptima posición de la Clasificación individual con 28 puntos, 21 menos que Russell, cuarto en la General.  

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Pero, al margen de las estadísticas, las sensaciones que transmiten uno y otro después de cuatro carreras resultan diametralmente opuestas. En este sentido, el corredor de Estevenage ha afirmado que están completamente perdidos con el monoplaza y que él ya no tiene nada que hacer en este Mundial. Eso por no hablar de su enfado por lo que está sucediendo. 

Como ejemplo de su impotencia al volante, Hamilton en Italia no pudo adelantar al pobre Alpha Tauri de Pierre Gasly. Precisamente, tras esa carrera se han encendido todas las alarmas en la fuerza de Brackley al tiempo que han arreciado las críticas. Ver al otrora invencible gladiador cruzar la meta el decimocuarto en San Marino dejó ojipláticos a muchos. 

No extraña que, tras esta actuación calificada por algunos como “un ridículo”, sus fans se pregunten qué le ocurre al ’44’. Nadie duda de su talento. Y tampoco se le puede haber olvidado conducir en poco más de noventa días. ¿Entonces? 

Inadaptación de Lewis Hamilton a un ineficiente W13

El origen de la crisis de Mercedes y Lewis Hamilton hay que buscarlo en la nueva era de la Categoría Reina. Tras su tiranía durante ocho años, la estructura germana no ha sabido interpretar correctamente los cambios normativos. Apostaron por un revolucionario W13 sin pontones, diseño que no adoptó ninguna otra escudería, y con el que se han estrellado. Lo peor de todo es que, después de comprobar que ese concepto extremo no funciona, han decidido no modificarlo.

A esos factores se une el efecto del cabeceo (‘porpoising’) del coche en las rectas. Para mitigar ese ‘rebote’ los ingenieros han elevado la altura del coche. Sin embargo, esa solución de emergencia ha reducido la eficiencia aerodinámica y aumentado la resistencia al avance.

Y por si fuera poco, ni la potencia ni la estabilidad en curvas resultan óptimas. Vamos, que el coche es un desastre, condenado a pelear en la zona media de la tabla entre la quinta y sexta plazas.

Ahora bien, ambos corredores se enfrentan a las mismas debilidades del W13. Sin embargo, Lewis Hamilton necesita tener un monoplaza con reacciones perfectas y neutras para explotar su talento. De lo contrario, su rendimiento cae estrepitosamente.

Dicho de otro modo, los fantasmas y las inseguridades emergen si el británico no cuenta con un bólido diseñado a su gusto. Por otra parte, el aspecto anímico también podría estar afectándole. Acostumbrado a luchar por las victorias cada domingo, no resulta sencillo pelear por objetivos menores como sumar un puñado de puntos.

Pobres resultados frente al brillo de su compañero

En la ronda inaugural disputada en Baréin, la doble retirada de Red Bull le permitió a Lewis Hamilton heredar un tercer puesto, uno por encima de Russell. Sin embargo, sólo se trataba de un espejismo en pleno desierto.

De hecho, el aviso de la crisis que estaba por llegar se produjo siete días después. En la sesión de clasificación en Arabia Saudí, Lewis Hamilton cayó en la Q1, algo que no sucedía desde 2013. Al día siguiente, arrancó decimosexto para acabar décimo, cinco puestos peor que Russell en Yeda.

Acostumbrados a sus arranques de curso algo ‘perezosos’, el equipo pensó que pronto reaccionaría. Nada más lejos de la realidad. Transcurridas dos semanas, volvió a ser derrotado por Russell. No en vano, el joven de 24 años sumó su primer podio con la fuerza de Brackley en Australia, dejando fuera de los puestos de honor al otrora competidor invencible.

Por último llegó la escala en Ímola. Allí, sobre el mítico asfalto del Autódromo Enzo y Dino Ferrari, la brecha entre ambos y el fiasco del ‘44’ se hizo aún mayor. Inadaptado al comportamiento de su penosa máquina, concluyó lejos de la zona de puntos: decimocuarto. Su peor resultado del curso.

Por el contrario, Russell escaló siete posiciones para rozar el cajón con un cuarto puesto en San Marino. A pesar de que ambos bólidos montaron distintas configuraciones en sus alerones traseros, en el resto eran idénticos. Otra actuación decepcionante. Inaceptable para el corredor más laureado de todos los tiempos junto a Michael Schumacher.

Imágenes Lewis Hamilton: Mercedes-AMG F1.

 

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