Si alguna vez te has puesto al volante de algún Porsche, habrás observado con curiosidad que la llave de contacto está situada en la parte izquierda del volante. Al contrario de lo habitual.
Esta curiosa e inusual disposición no se debe al hecho de que todos los ingenieros de la firma germana sean zurdos… ni tampoco sus miles de clientes ni los fans. ¿Quizás algún despiste germano? Para nada.
Cada milímetro de los purasangre teutones está concienzudamente diseñado. Conducir cualquiera de sus modelos supone un viaje a través de su Historia… deportiva. Ahí radica el secreto.
Porsche, una leyenda en Le Mans
Orgullosa de sus éxitos en los circuitos, la marca germana tributa un hermoso y merecido homenaje a su esencia competitiva. Se trata de mantener viva y para presente la llama de los triunfos.
De hecho, sus vitrinas están repletas de trofeos que dan fe del brillante palmarés en diversas categorías del Motorsport. Pero de todas las especialidades, sobresales sus legendarias participaciones en las 24 Horas de Le Mans, una cita que forma parte de la Triple Corona junto a las 500 Millas de Indianápolis y el Gran Premio de Mónaco de Fórmula 1.
Allí, en el mítico Circuito de La Sarthe, Porsche ha escrito algunas de las páginas más memorables del Automovilismo. Con 19 coronas (1970, 1971, 1976, 1977, 1979, 1981-1987, 1994, 1996, 1997, 1998, 2015, 2016, 2017) se mantiene como el fabricante más laureado de todos los tiempos.
La impresionante hoja de servicios se completa con un récord estratosférico. compuesto por siete victorias consecutivas entre 1981 y 1987. Ninguna formación ha visto la bandera a cuadros la primera tantas veces seguidas..
Tras estas increíbles estadísticas, parece lógico que la ‘disposición zurda’ de los Porsche esté relacionada con su supremacía en la mítica carrera de resistencia. Veamos en qué consiste concretamente.
Un tipo de salida muy peligrosa
Hasta la edición de 1969, la salida de las 24 Horas de Le Mans no se realizaba de forma lanzada o dinámica, es decir, con los coches rodando en formación durante la vuelta inicial y manteniendo sus posiciones hasta cruzar la línea de meta, como se hace hoy en día.
Por el contrario, durante varias décadas, los coches se aparcaban transversalmente en un extremo de la línea de meta, mientras que en el otro esperaban los pilotos.
Tras recibir el banderazo de inicio, todos ellos corrían hacía sus vehículos. Arrancar rápidamente, ponerse al frente del pelotón y evitar el atasco inicial, resultaba crucial para las aspiraciones de los participantes.
Con ese objetivo, muchos participantes en la carrera no se abrochaban el cinturón de seguridad hasta que llegaba la primera recta larga. Dicha práctica provocó diversos accidentes mortales. Sin embargo, todo cambió en 1969 con la actitud de Jackie Ickx.
El belga sorprendió a todos en Le Mans. Tras la señal de salida, se dirigió a su coche caminando tranquilamente mientras sus adversarios corrían hacia sus máquinas.
Ya en el interior del mismo, se ajustó el arnés de seguridad. Se llevó la admiración y la gloria, después de ver cómo fallecía John Woolfe. Al parecer conducía con el cinturón de seguridad desajustado.
Porsche revoluciona Le Mans
Unos cuantos años antes, los ingenieros de Porsche ya habían observado que la ubicación diestra de la llave del contacto y de la palanca de cambios, generaba una pequeña, pero trascendental, pérdida de tiempo… y el citado riesgo de colisión.
Los pilotos arrancaban el motor y posteriormente seleccionaban la primera velocidad, todo ello con la mano derecha. Entonces, pensaron en modificar el emplazamiento del arranque, situándolo en el extremo izquierdo.
De ese modo, podrían emplear la mano ‘siniestra’ para girar la llave de arranque del motor y, simultáneamente, la derecha para engranar la marcha más corta.
Ese ahorro de unos instantes, les concedía una gran ventaja sobre el resto de competidores, atrapados en el denso tráfico tras el semáforo verde. Algunas fuentes datan la fecha del estreno de la llave de los Porsche en la parte izquierda de su volante en 1952.
Sea como fuere, la medida surtió efecto porque a partir de entonces comenzaron a labrar su leyenda en la cita gala… y en el resto de pruebas en las que han participado.
Fieles a sus raíces, decidieron que el mejor recuerdo a sus victorias, consistiría en incorporar dicho dispositivo a sus modelos de calle, algo que se mantiene en la actualidad, aunque el sistema de ignición del propulsor no se realice por medio de sistemas ‘keyless’.
Imágenes: Porsche
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