¿Por qué son plateados los Mercedes de competición?

La leyenda de las flechas de plata, color icónico de la carrocería de los Mercedes de competición, se remonta a los albores de los años 30 del Siglo XX. Por aquel entonces todavía no existía la Fórmula 1, que nacería dos décadas más tarde, aunque sí se disputaban ya carreras conocidas como Grand Prix.

 

 

 

Eran tiempos en los que los pilotos competían en una disciplina en la que apenas existía un reglamento que determinara ni delimitara las características de los monoplazas.

En el ámbito puramente deportivo, las marcas y los corredores, habitualmente de la misma nacionalidad, representaban a sus países de origen en una especie de Campeonato de Naciones.

Por eso mismo cada bólido estaba pintado con los colores representativo de un Estado, en el caso de Mercedes, el blanco.

Escalada de velocidad y potencia desmedida

Como decíamos anteriormente, la categoría, regida por el (casi) ‘todo vale’, reuniendo a una heterodoxa parrilla compuesta por vehículos dispares. A ello se sumó la ausencia de restricciones, lo cual permitió que los fabricantes crearan moles con más de dos toneladas de peso que podían alcanzar -con facilidad- los 250 km/h. La fiebre por la velocidad y la potencia descomunales no tenía límites.

Con esas características resulta sencillo imaginar que los adelantamientos en la pista resultaban simplemente temerariosEste cóctel mortífero disparó las tasas de siniestralidad y de víctimas en las carreras.

Precisamente para frenar la citada tendencia, la Comisión Deportiva Internacional del Automovilismo se reunió el 12 de octubre de 1932 en París. Allí, sus máximos responsables acordaron la implementación de limitaciones técnicas en los monoplazas.

Una de las más importantes fue la restricción a 750 kilos del peso máximo de los bólidos, medida que entraría en vigor en la temporada de 1934.

 

Adiós a una época negra

Con la nueva disposición, se ponía fin a una anárquica época donde las potencias y pesos descomunales habían convertido a los monoplazas en armas de matar.

Entre otros, desaparecieron los Alfa Romeo de 2.300 cc y sus 900 kilos, los Bugatti de 4.900 cc y el Mercedes SSKL de 7.000 cc. y ¡1.500 kilos!

 

 

Este último, el ‘trasatlántico’ germano, había dominado durante los años 20 y principios de los 30. Sin embargo, el cambio reglamentario y el paso del tiempo, le habían dejado obsoleto y fuera de juego.

A pesar de ello, el fabricante de la estrella reaccionó creando una máquina sensacional. El W25, sucesor del SSKL, debía servir para doblegar a sus grandes contrincantes: Auto Union.

Mercedes vs Auto Union

En los años treinta la rivalidad deportiva entre Mercedes y Auto Union resultaba feroz. Dos gigantes germanos disputándose la supremacía de las cuatro ruedas.

Derivada de esta pugna legendaria, la firma matriz de la actual Audi dejó boquiabiertos a sus contrincantes. Así, el 6 de marzo de 1934 enviaron un ‘mensaje’ directo a sus enemigos de la estrella.

Hans Hoachim Stuck, subido a un Auto Union, batía el récord en el Circuito de Avus, Berlín. La pugna entre los fabricantes teutones estaba servida.

 

 

 

Tan solo mes y medio de la hazaña (24 de mayo de 1934) Mercedes le devolvía la moneda, pulverizando la plusmarca en el trazado berlinés. La gesta tuvo aún más valor al protagonizarla un piloto, Rudolph Caracciola, con una pierna lesionada tras un accidente.

En este contexto de máxima tensión deportiva entre los productores germanos, se llegó al momento de la verdad de la temporada. El 3 de junio de 1934 arrancaba el curso oficial con la Carrera Internacional del Automóvil Club de Alemania en Eifel.

La prueba, también conocida como el Gran Premio de Eifelrnnen, discurría por las laderas de la montaña Eifel, en Nürburgring.

 

 

Poco antes del inicio de la trascendental cita, Mercedes recibió una noticia muy negativa para sus intereses. Ante el mal estado de una pierna lesionada, su estrella Rudi Caracciola renunciaba a tomar la salida. Pero, el golpe moral vino acompañado de otro aún mayor.

Un enemigo llamado báscula

Tan solo unas horas antes de la carrera, surgió un contrincante con el que Mercedes no contaba, y para el que no habían diseñado ninguna estrategia: la báscula.

Durante las verificaciones previas a la prueba, el Mercedes W25 de Manfred von Brauchitsch dio un peso de 751 kilos, uno más del permitido, según las especificaciones.

 

 

Esto significaba que si no se resolvía dicha irregularidad, los W25 de Manfred von Brautchitsch y Luigi Fagioli quedarían descalificados. El director del equipo, Alfred Neubauer, era consciente de que carecían de tiempo material para aligerar esos 1.000 gramos de ‘grasa’ que le sobraban a sus bestias.

Sabía que ‘sus coches’ estaban construidos como un mecano en el que todos los elementos resultaban esenciales.

 

Una solución que dio lugar a las flechas de plata

La solución partió por casualidad de una conversación que Neubauer mantuvo con su corredor Brauchitsch. Éste se quejó de la situación y le indicó que si no sabía cómo resolver el problema del peso, estaban lucidos.

Al escuchar esa palabra, el director del equipo asoció dicho vocablo con la pintura blanca metalizada, el color de Mercedes en aquella época, que adornaba la carrocería de los W25.

 

 

Pensó que lo único prescindible en el bólido podía ser esa pesada laca del coche, por lo que dio la orden de que se lijaran los coches. Después de trabajar toda la noche, los mecánicos eliminaron el ‘pesado’ color de la carrocería. El tono resultante correspondía al plateado de la ‘chapa’ del coche.

Tras esta acción, el W25 pesó exactamente los 750 kilos reglamentarios, con lo que fueron incluidos en la lista final de participantes. Y a tenor del resultado en la prueba, la nueva estética les dio mucha suerte. Manfred von Brauchitsch se llevó la victoria por delante del Auto Union de Hans Stuck.

 

 

Fue la primera victoria en un extenso palmarés que se mantiene en nuestros días, así como el nacimiento de un mito llamado ‘flechas de plata’. Aquel glorioso modelo conquistó 16 Grandes Premios, convirtiéndose en un icono para la firma de Stuttgart, así como para la Historia del Motoesport.

Imágenes: Mercedes y Wikipedia.

 

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