Fernando Alonso y su copiloto Marc Coma han completado satisfactoriamente este martes su preparación para el Rally Dakar, que se estrenará en Arabia Saudí del 5 al 17 de enero. A bordo de su Hilux 4×4 del Toyota GAZOO Racing Sudáfrica operado por Overdrive, han culminado los tres últimos días de ensayos (8-10 diciembre) y 600 kilómetros en el desierto de Abu Dabi.

Según ha manifestado la pareja en las redes sociales, parece que su proceso de adaptación ha resultado un éxito: “Muy buenos tres días en Abu Dabi, en el último test en las dunas antes del Dakar. Buen progreso. Estamos listos”, ha declarado el tándem.

Conscientes de que el 70 por ciento del recorrido del Dakar discurrirá sobre arena, durante esta recta final de sus test han rodado lo máximo posible sobre dicha superficie. Acumular kilómetros y experiencia en un medio tan hostil para un debutante como el ovetense ha sido uno de sus objetivos.

A pesar de estas buenas sensaciones generales, el asturiano y el catalán no se han librado de un pequeño accidente en la jornada de despedida. Tras volar sobre una duna, dañaron parcialmente la suspensión delantera de su coche.

Por ello, Alonso y Coma pusieron pie a tierra para reparar los daños. Entonces, otro Hilux conducido por Jesús Calleja, que disputará su cuarta edición del raid y se entrenaba con ellos, les remolcó hasta liberarlos del banco de arena. Finalmente, el ovetense y el barcelonés, así como el televisivo aventurero, reemprendieron la marcha sin mayores problemas.

El camino de Alonso y Coma al Dakar

Después de subirse con Giniel De Villiers al Toyota Hilux en Sudáfrica, Fernando Alonso hizo lo propio con Marc Coma ya como copiloto (20-23 agosto) en Namibia.

Y desde entonces los españoles no han parado en su preparación camino de la carrera más dura y famosa -para máquinas y hombres- del planeta. Poco después, regresaron al desierto namibio para realizar otro test antes de dar el salto a Europa.

Una vez en el Viejo Continente, viajaron a Polonia (2-3 septiembre) para enfrentarse a tramos sumamente rápidos. Adquirir ritmo y habilidad en esas circunstancias fueron sus metas.

Tras este rodaje, quisieron medirse en una prueba con especialistas de entidad, como el belga De Villiers. Así llegó su primera toma de contacto con la competición en la Lichtenburg 400, valedera para el Campeonato Cross Country de Sudáfrica (SACCS). Disputada los días 13 y 14 de septiembre, supuso un verdadero bautismo de fuego para el ovetense.

Por culpa de su primer vuelco, condujo doscientos kilómetros sujetando el parabrisas roto con una mano, mientras conducía con la otra. Tras reemplazarlo, el vidrio se quebró nuevamente, en esta ocasión por el impacto de un pájaro.

De este modo tan severo, Alonso comenzó a conocer la dureza de la especialidad. Pero a pesar de ello, no se desanimó, más bien todo lo contrario.

Así, tras cuatro jornadas de test en Marruecos, tomaron la salida en el rally de ese país. Considerado el ensayo general antes del Dakar, compitieron del 3 al 9 de octubre con todos los grandes nombres de la categoría. Sin embargo, de nuevo sufrieron más incidentes. Pincharon en numerosas ocasiones a causa de la dureza de los tramos de piedras. Eso, y alguna zanja que les cruzó por el camino, no se lo pusieron nada fácil.

Pero, Alonso y Coma no se quejaban. Con una moral a prueba de bombas, destacaban la importancia de abordar estos percances para saber desenvolverse más tarde en el Dakar. Un mes más tarde (5-9 noviembre) tomaron la salida en el Rally Ula-Neom, perteneciente al Campeonato de Rallyes de Arabia Saudí. Durante cuatro jornadas  se enfrentaron por primera vez a un terreno similar al que se encontrarán en el mítico raid.

Y a tenor del resultado, no se les dio nada mal la experiencia de casi 800 kilómetros. Porque evidenciando su constante evolución con el Toyota, sumaron su primer podio juntos. Para concluir su rodaje, Alonso y Coma han dedicado tres días (8-10 octubre) a familiarizarse con las dunas en Abu Dabi.

Tras solo cuatro meses de rodaje, diez días de competición y unos 3.000 km cronometrados, solo les resta aguardar al inicio del Dakar para conocer donde se sitúa su nivel real. Por cierto, los organizadores aseguran que será una carrera tan dura como las vividas en África.

Imágenes: Toyota.