Fernando Alonso continúa con su apretada agenda profesional. Apenas nueve días después de ganar las 24 Horas de Daytona con Cadillac, se subirá nuevamente a un coche de carreras.

Será con motivo de los test que realizará a partir de este martes y hasta el jueves siete de febrero con sus compañeros del Toyota Gazoo Racing, su equipo en el Mundial de Resistencia (WEC), en el Sebring International Raceway en Florida (Estados Unidos).

El español comparte el coche número 8 con los habituales Sébastien Buemi y Kamui Kobayashi, mientras que el LMP1 #7 es conducido por José María ‘Pechito’ López, Kazuki Nakajima y Mike Conway

Estos entrenamientos responden al interés de la formación japonesa por preparar con esmero las 1.000 Millas de Sebring, antepenúltima cita de la Súper Temporada 2018/2019 del WEC.

Conscientes de que ni ellos (Toyota) ni Alonso han competido jamás en dicho mítico escenario, quieren tenerlo todo bien atado de cara a la cita americana del 15 de marzo. Saben que la pista de Sebring, muy bacheada y peligrosa, supondrá un desafío y una incógnita que desean despejar cuanto antes.

Con ese objetivo, han programado tres jornadas en las que participará su estrella española. En ellas realizarán diversas pruebas de desarrollo, así como una simulación de carrera (30 horas de duración), en la que también rodarán de noche. Aspiran a ver los primeros la bandera a cuadros.

Precisamente, una de las principales preocupaciones de los ingenieros se centrará en adaptar las suspensiones del TS050 Hybrid a las particularidades del asfalto estadounidense.
Así las cosas, el asturiano, con el primer trofeo del año en sus vitrinas volverá a ponerse al volante del TS050 dos meses y medio después, 79 días, concretamente).

Su última actuación a bordo del prototipo rojiblanco tuvo lugar en las 6 Horas de Shangái, el 18 de noviembre de 2018. Allí terminó segundo por detrás del otro Toyota, el número 7 de Mike Conway, Pechito López y Kamui Kobayashi.

Alonso, junto a Kazuki Nakajima y Sébastien Buemi, comanda la General de Pilotos con 102 puntos, solo cinco más que sus vecinos de garaje. Como decíamos anteriormente, para el español también supondrá su debut en Sebring, un trazado con mucha Historia y tradición en el Motorsport estadounidense.

Empleado como base aérea militar en la Segunda Guerra Mundial, alberga desde 1952 las 12 Horas de Sebring, un clásico al otro lado del Atlántico. Tanto es así que junto a Daytona constituyen las pruebas reinas de la Resistencia en América. Sin embargo, nada de esto parece asustarle al ovetense.

Alonso en Italia

Antes de volar a Estados Unidos, el pasado viernes tuvo tiempo de viajar a Italia. Allí presenció el estreno del monoplaza de su equipo, el FA Racing Fórmula Renault, pilotado por Javier González en el Circuito de Cremona. Esta visita se enmarca dentro de su labor de búsqueda y promoción de nuevos talentos en el Automovilismo, que le ocupan parte de su tiempo.

Precisamente en el país transalpino ha realizado unas interesantes manifestaciones. Alonso ha afirmado que la edad no supone ningún problema para continuar corriendo en el Automovilismo deportivo. Pone como ejemplo a Michael Schumacher quien “compitió hasta los 43 años”.

No obstante, ha asegurado que todavía no ha decidido cuál será el próximo campeonato en el que participará. Además ha recordado que no tiene planes para 2020.

Continuando con sus planes de futuro, ha recordado que él no se ha despedido de la Fórmula 1, sino que solo dijo un ‘hasta luego’. Y ha explicado que «ganar el tercer Mundial sería la mayor alegría». Por otra parte, ha revelado que seguirá de cerca la Categoría Reina por su amigo Robert Kubica y por Charles Leclerc, la perla de Maranello.

Regresando al presente año, a finales de mayo disputará las 500 Millas de Indianápolis, la prueba que debe ganar para alzarse con la Triple Corona. Sin embargo, antes le espera el título del Mundial de Resistencia que se decidirá posiblemente en la última cita en Le Mans 2019.

Imágenes: Toyota Gazoo Racing.