Carlos Sainz y Lucas Cruz velan armas en Yeda, Arabia Saudí, donde arrancará y finalizará la 43ª del Rally Dakar 2021 (3-15 enero), que se disputará por segundo año seguido en ese país del Golfo Pérsico… a pesar de la amenaza mundial del COVID-19.

Con la defensa de su triunfo de 2020 y a la caza de una cuarta corona (2010, 2018, 2020) como objetivo, la pareja española compartirá por tercera ocasión consecutiva el MINI 2WD John Cooper Works Buggy en un desafiante recorrido, nuevo al 80 por ciento. Preparado especialmente para la prueba por la estructura X-Raid Team, el misil alemán de dos ruedas motrices se perfila como uno de los grandes favoritos.

Precisamente, su gran rival será el Toyota Hilux del catarí Nasser Al-Attiyah, quien suma al igual que el madrileño tres triunfos. Ambos pilotos están empatados en la segunda plaza del ranking de los corredores más victoriosos en la cita del tuareg. El tercero de los máximos aspirantes al triunfo en la mítica carrera es el compañero de Carlos Sainz, el francés Stéphane Peterhansel, con otro MINI idéntico al del madrileño.

Pues bien, tanto el madrileño como el galo contarán para sus objetivos con una de las mejores máquinas de las últimas ediciones. Desde su estreno en 2018, cuando debutó con diversos problemas de juventud, el MINI JCW Buggy ha sumado once victorias de etapa, casi un tercio de las 35 disputadas.

Como reflejo de su polivalencia en el desierto, este automóvil copó la primera y tercera plazas del podio (Stéphane Peterhansel) en 2020, derrocando al anterior monarca, el Toyota del catarí Al-Attiyah, conquistando el quinto trofeo para la firma MINI.

Gracias a la asombrosa capacidad de Carlos Sainz para poner a punto y desarrollar los vehículos, las prestaciones de la máquina germana no han cesado de elevarse. De hecho, su intenso trabajo ha situado un proyecto que partía prácticamente de cero, entre los grandes aspirantes a la victoria final año tras año.

Pequeñas mejoras pero importantes

Aunque apenas han dispuesto de oportunidades para la realización de tests en los últimos meses por la aparición de la pandemia del COVID-19, las indicaciones de Sainz a los ingenieros del X-Raid, han permitido implementar una serie de pequeñas, pero relevantes mejoras en el automóvil.

Una de las más destacadas se refiere a la reducción de su peso, vital en la arena. Otro cambio está relacionado con la optimización en la geometría de las suspensiones y los reglajes. Asimismo, se ha elevado la durabilidad de aquellos componentes que se mostraron más débiles en 2020.

Por el contrario, poco o nada ha sido necesario modificar el corazón de la bestia. Bajo el capó volverá a rugir un motor de seis cilindros en línea, turbo y 350 caballos a 3.500 rpm con un par motor máximo de 770 Nm. El propulsor está asociado a una caja de cambios secuencial de seis relaciones y diferencial integrado, desarrollada específicamente para dicho buggy de Carlos Sainz.

Precisamente, dicha caja de cambios se ha diseñado bajo los parámetros de sencillez y máxima operatividad, buscando facilitar las labores de mantenimiento y reparación tras cada etapa. Dos de sus puntos fuertes son su gran recorrido de suspensiones y un eficaz sistema de inflado y desinflado de los neumáticos.

Con este último mecanismo pueden variar las presiones sin apenas perder tiempo, algo fundamental en una carrera donde el cambio de escenario hace necesaria dicha operación en varias ocasiones.

Por el contrario, el principal punto débil del MINI se encuentra en sus neumáticos de repuesto. Solo puede transportar dos frente a los tres del Toyota Hilux, su gran rival. Dicha diferencia puede parecer intrascendente, pero puede resultar capital con el cambio de nornativa para la etapa maratón de esta edición.

En esa jornada, el suministro de una rueda extra por parte del camión de asistencia comportará una penalización de quince minutos, que se elevará hasta la media hora en el supuesto de requierse una segunda cubierta. Por tanto en la jornada previa a dicha especial, los participantes deberán poner especial cuidado y atención para tratar de no pinchar ni agotar las ordinarias repuesto que transportan sus coches.

Sainz y Cruz analizan sus opciones de triunfo

Sobre su máquina, Carlos Sainz ha manifestado que es el mejor MINI de sus tres participaciones en el Dakar: “Estoy preparado, tanto mental como físicamente, para el Dakar, y el MINI JCW Buggy también está funcionando muy bien. Será mi tercer Dakar con MINI, y hemos mejorado año a año.

El primero fue de puesta a punto, donde surgieron algunos problemas. El año pasado fue excelente y para la edición de este año, aunque hemos tenido poco tiempo de preparación, el coche va a llegar mejor. Sin duda, es superior al de los dos últimos años”.

Mientras, su copiloto Lucas Cruz se ha mostrado tan optimista como cauto sobre sus opciones de éxito al tiempo que destacó la robustez del vehículo:

“Claro que es posible volver a ganar, pero en el Dakar nadie te regala nada. Más o menos llegamos con los deberes hechos, y siento que tenemos la velocidad suficiente para luchar por la victoria. Es un coche cada vez más rápido, sólido y fiable gracias al metódico trabajo realizado”.

https://twitter.com/CSainz_oficial/status/1323667255998238721

Imágenes Carlos Sainz: X-Raid Team.