La crisis planetaria provocada por la pandemia del coronavirus también ha infectado al paddock de la Fórmula 1. Es más, la paralización de su actividad en los circuitos y en las fábricas que permanecerán cerradas al menos hasta mediados de abril, ha comenzado a golpear con fuerza sus economías.

Ante esta grave coyuntura, los equipos se han visto obligados a reaccionar tomando medidas de ahorro de costes y de recortes de gastos. Cabe recordar que las escuderías son gigantescas estructuras que requieren unos ingentes recursos financieros, materiales y humanos para mantenerse activas.

Pues bien, de esta delicada situación no se ha librado ni tan siquiera una de las estructuras históricas de la parrilla que ha sido la primera en ‘tomar el toro por los cuernos’. Así, McLaren ha comunicado que implementará un ERTE (Expediente de Regulación de Empleo Temporal) con el que tratará de mantener a salvo los puestos de trabajo de una extensa plantilla.

Concretamente, su estructura laboral está compuesta por 3.700 asalariados, de los que 850 corresponden a la escudería de la Categoría Reina.

En este sentido, una fuente autorizada de McLaren anunciaba recientemente al respecto: “McLaren Group está dando permisos temporales a un número determinado de trabajadores que se incluyen dentro de las medidas para recortar costes por el impacto que puede provocar el COVID-19 en la empresa.

Se trata de medidas para poder proteger los empleos a medio plazo y asegurar que nuestros trabajadores regresan a tiempo completo cuando la economía se haya recuperado».

Aunque en principio no estaban afectados por esa medida de emergencia laboral sus pilotos oficiales, Carlos Sainz y Lando Norris, han tomado una decisión solidaria con el resto de empleados de la estructura de Woking.

Ambos han acordado voluntariamente recortarse el sueldo. De ese modo quieren aportar su granito de arena para que el resto de asalariados en Woking pueda conservar su puesto de trabajo más allá de la resolución de la presente situación sanitaria y económica creada por la enfermedad.

Posiblemente para dar ejemplo, previamente la directiva de la fuerza británica encabezada por su CEO, Zak Brown, ya había decidido reducirse la nómina mensual.

En contra de lo que pudiera parecer, estas medidas no solo afectarán a la plantilla de la escudería de Fórmula 1, sino que también se extenderá al resto de sus divisiones, su marca de superdeportivos de calle denominada ‘Automotive’, así como el área tecnológica, ‘McLaren Applied Technologies’. Debido a las órdenes de confinamiento doméstico decretadas por el gobierno británico, todas ellas se encuentren actualmente paradas.

Cabe recordar que otras formaciones también tomarán iniciativas similares, ya que han de combatir los efectos negativos de la epidemia manteniendo sus presupuesto lo más saneados posible.

No obstante, los conjuntos más pequeños pueden ver comprometida su futuro, dada su gran exposición y debilidad financiera para afrontar un ‘sunami’ como el que atraviesa la humanidad.

La temporada 2020 sigue en el aire

El presente curso, cuyo arranque programado para Australia se suspendió pocas horas antes de su inicio tras una nefasta gestión, no tendrá lugar en el mejor de los casos hasta mediados de año.

Y tras esa cancelación han caído como fichas de dominó otras siete citas del Mundial. Por ello no resulta extraño que algunas fuentes ya valoren la posibilidad de que este año ni tan siquiera pueda disputarse el campeonato.

Contrario a estas tesis, los organizadores del Gran Circo continúan manejando fechas y tratando de encajarlas para salvar el mayor número de citas de las 22 inicialmente programadas. Incluso no descartan que la campaña pueda extenderse hasta enero o febrero de 2021. Pero se trata de meras especulaciones a la espera de la evolución de una incierta situación sanitaria.

De momento, según el calendario revisado de la FIA el curso arrancaría en el verano, cuyo habitual parón veraniego sería empleado para dar salida a las primeras rondas del curso.

Imágenes Carlos Sainz y Lando Norris : Twitter McLaren