Posiblemente esta sea una de las preguntas que más se formulan los fans y el propio equipo del piloto mallorquín en MotoGP. ¿Cuáles son los problemas de Jorge Lorenzo con la Honda? Transcurrida la tercera parte del calendario de la temporada, no acaba de acoplarse a su nueva máquina.

Que si la montura es pequeña, que si su posición de conducción es incómoda, que si no se acopla al estilo de pilotaje del mallorquín, que si es una moto antinatural para él y un traje a medida para Marc Márquez, que si el depósito de combustible y el sillín no son confortables, que si Lorenzo entrena con un método inadecuado o que si está mayor o desmotivado, etc.

Esas y otras muchas consideraciones se escuchan en el paddock alrededor de la compleja situación que atraviesa el tricampeón del mundo de MotoGP. Pero lo único seguro es que el balear no se encuentra a gusto con la montura nipona. Y cuando esto sucede, cualquier corredor rueda lento y sin seguridad en sí mismo.

En este sentido, solo hay que echar un vistazo a la Clasificación de Pilotos para comprender la gravedad del problema. El 99 de Honda ocupa la decimoquinta plaza de la General con 19 puntos, ¡121 menos! que su compañero y líder del Campeonato, Marc Márquez.

Un undécimo puesto en Francia constituye su techo en carrera. Su bajo rendimiento tocó fondo hace un par de citas. Fue en Italia donde terminó decimoséptimo, precipitando su viaje a la fábrica de Honda.

En Japón se reunió con los ingenieros para explicar cuáles son sus escollos y tratar de adoptar medidas que puedan resolverlos.

Sea como fuere, desde que abandonó Yamaha, no encuentra su sitio sobre la moto. Tras abandonar la firma de los diapasones necesitó año y medio para domar a la Ducati. Solo transcurrido ese tiempo logró un par de victorias. Solo eso.

Una moto que solo domina Márquez

Uno de los principales problemas para el balear, y que no parecen tener una solución sencilla, hace referencia a las dimensiones del misil japonés. Diseñada para la estatura y envergadura de Marc Márquez, la RC213V resulta demasiado pequeña y su posición muy elevada para la anatomía de Lorenzo.

Entre otros elementos, el sillín no le ofrece la posición óptima, algo similar a lo que le sucede con el depósito de combustible. Dichas cuestiones le obligan a adoptar una posición muy poco ergonómica, generándole un gran desgaste físico.

Además, la Honda está concebida para el brutal pilotaje del ilerdense, antagónico al de Jorge, más natural y menos agresivo. Solo un funambulista como el de Cervera puede rodar sobre el alambre con la bestia oriental. Sus reacciones nerviosas exigen un particular tacto al subirse a ella.

Por todo ello, Jorge está obligado a variar completamente su estilo sobre una moto, especialmente en las frenadas y el paso por curva. Como en alguna ocasión ha explicado, “se trata de volver a aprender a conducir”.

Ante esta coyuntura, uno de los objetivos de Lorenzo reside en hacer de la Honda una máquina polivalente, es decir, manejable para el resto de pilotos de la marca y no solo para uno, como sucede ahora.

Obviamente, Márquez no está de acuerdo con este planteamiento. Y tampoco le ha gustado la visita de Jorge al país del sol naciente. ¿Para qué variar nada si él controla el Mundial con mano de hierro?

La filosofía Honda: «Esto es lo que hay»

Otro de los escollos que se está encontrando Jorge reside en la mentalidad nipona. Aunque han accedido a las peticiones técnicas del español, los japoneses no son muy dados a los cambios.

Además, a estas alturas de la temporada no van a crear un chasis para él. No porque carezcan de capacidad de reacción, sino porque no lo necesitan. En el otro extremo del box tienen al líder del Mundial, que va camino de sumar su sexta corona, cuarta consecutiva. Y no es cuestión de desatar una guerra civil cuando el rumbo fijo hacia la gloria parece un hecho.

“Lo que no tampoco podemos pretender es cambiar la moto porque un piloto no se adapte a ella, sobre todo, cuando la moto está ganando”, afirmó en este sentido Alberto Puig, máximo responsable del equipo.

Sin embargo, tener esa Márquez-dependencia de Honda para obtener victorias puede ser jugar a la ruleta rusa, puesto que lo apuestan todo a la carta del de Cervera.

Por otra parte, la firma nipona también le ha mostrado a Lorenzo su descontento con el rendimiento en pista.  Ya se sabe lo que piensan los orientales del Mundial: sus máquinas son las que ganan. Y  si no, que se lo pregunten a Valentino Rossi.

Los resultados de Lorenzo en 2019

Hasta la fecha, Lorenzo ha finalizado decimotercero en Catar e Italia, decimosegundo en Argentina y Jerez, siendo una penosa undécima plaza en Francia su mejor resultado dominical. El paupérrimo bagaje se completa con dos ceros en Estados Unidos y Barcelona.

Algo similar se puede decir de sus actuaciones a una vuelta. Arrancó la temporada en Catar en decimoquinta posición, siendo un octavo en Le Mans su mejor puesto contra el crono hasta ahora.

En la siguiente cita en Italia cosechó la peor clasificación al terminar decimoséptimo. Precisamente, tras esa carrera en la Toscana se desplazó a Japón para tomar medidas urgentes ‘in situ’ junto a los técnicos de la marca.

Tras su regreso de la factoría nipona, en la siguiente prueba celebrada el pasado domingo en Barcelona incorporó unos apéndices que cumplen la función de reposabrazos, situados en la zona del cubre-depósito.

Recuerdan a los que ya empleó en la Desmosedici. Tras esa novedad, llegó a ponerse en el pelotón de cabeza en la segunda vuelta, aunque después se cayó.

Por otra parte,  se debe recordar que tanto la pretemporada como el inicio del curso de Jorge Lorenzo han estado marcados por las lesiones. Dichos contratiempos, en un deportista de 31 años que llega a un nuevo equipo, siempre condicionante parte del rendimiento.

Imágenes de ‘Los problemas de Jorge Lorenzo con la Honda’ : Honda & Jorge Lorenzo.