H. Mayor – foto: f1.com |

Hacía tanto tiempo (cinco años desde la última gran batalla Red Bull-Ferrari, Vettel-Alonso), que la sensación se vuelve a percibir como nueva y sumamente agradable. La Fórmula 1 se había acostumbrado a un cierto escenario de trabajada diplomacia y respeto jerárquico hacia la escudería dominante, la emoción contenida apenas en la siempre controlada competencia interna entre los ocupantes de los dos mejores monoplazas. Guión previsible, negativo para el espectáculo, que Rosberg agitó ciertamente el año pasado, en calidad de escudero que acaba triunfando sobre el líder. Pero incluso eso queda lejos del sabor a la batalla sin contemplaciones entre dos modelos diferentes, dos totems sin acuerdos previos ni intereses comunes.

Sí, fue bonito el desarrollo el año pasado del duelo Hamilton-Rosberg, pero esto es algo distinto a un duelo entre compañeros de equipo y los inevitables condicionantes de tal circunstancia. El júbilo de Toto Wolff en el garaje al final de la carrera era algo que no se veía hacía tiempo, expresión de las tensiones liberadas tras una gran carrera, probablemente la de más nivel de las vividas hasta ahora en la presente temporada. Hamilton y Vettel llevaron al asfalto la confirmación definitiva de la guerra que se librará esta temporada entre Mercedes y Ferrari, dos máquinas no iguales sino rivales, cada una con sus virtudes y puntos débiles, y dos pilotos de máximo nivel y sin intereses ni uniforme en común.

La carrera en Montmeló fue una secuencia vibrante desde la agresiva salida que colocaba a Vettel en cabeza, el enconado duelo hasta el ecuador de carrera, la gestión cada equipo de su estrategia, el arriesgado adelantamiento de Hamilton en la recta de la vuelta 44 y la influencia, esta vez también muy decisiva, de terceros. Hamilton ganó y se mantiene a 6 puntos en la general de Vettel, en un duelo que se presume apasionante todo el año.

Ricciardo, paso adelante de Force India, Alonso acaba

El GP de España dejó otras interesantes noticias. El primer podio para Ricciardo este año y el gran paso adelante de los Force India, ocupando el cuarto y el quinto, son las más destacadas. También la evolución de Hulkenberg, Carlos Sainz y Wehrlein. excelentes en la zona de los puntos. Otra novedad es el duodécimo de Fernando Alonso, primera carrera que termina este año y soñando además con los puntos tras un notable fin de semana, reto de altura para un monoplaza que mantiene un bajísimo nivel competitivo.

Con un duelo abierto en lo más alto, otra cosa que deja clara esta temporada es que no habrá ningún ‘Rosberg’. Kimi Raikkonen salió mal parado de su toque con Bottas en la primera curva y fue el primero en abandonar. El finlandés aguantó parte de la carrera e incluso fue importante por momentos en la estrategia de Mercedes, pero un fallo mecánico le sacó también de pista.

Sus coches son los mismos que los de Vettel y Hamilton, pero ambos están (como el resto) a varios pasos de distancia. Papel ya asignado de escuderos, eso sí, con plena capacidad para ser muy influyentes en el desenlace final, y otro aliciente añadido para el espectador.