Lewis Hamilton ha vencido el Gran Premio de Brasil disputado este domingo en el Autódromo de Interlagos (Sao Paulo) por delante de Max Verstappen, quien ha perdido la carrera tras un choque con Esteban Ocon. Kimi Raikkonen ha cerrado las plazas de podio, salvando así la honrilla de Ferrari.

Con este resultado Mercedes ha sellado su quinto título consecutivo de Constructores (2014-2018), dejando en blanco a los rojos de Maranello. Mala carrera para la Armada Española, ambos lejos de los puntos.

A pesar de llegar a la penúltima cita del curso con el Mundial de Pilotos decidido en favor del pentacampeón británico, se ha vivido una prueba muy emocionante en el mítico Autódromo José Carlos Pace.

Comienza la acción: Hamilton se escapa

Tras el semáforo verde, Lewis Hamilton ha mantenido la primera plaza, mientras que Sebastian Vettel perdía la segunda posición desde la que partía en favor de un extrañamente valiente Valtteri Bottas. El alemán se ha visto perjudicado por los neumáticos soft que montaba, menos adherentes que los super-soft calzados por el resto de adversarios.

Por su parte, Kimi Raikkonen y Max Verstappen conservaban la cuarta y quinta plaza, respectivamente. Sorprendente y brillante el sexto lugar del Alfa Romeo Sauber de Charles Leclerc.

A pesar de empezar undécimo, un sensacional Daniel Ricciardo se ponía noveno en un abrir y cerrar de ojos. Los nuestros escalaban un par de posiciones cada uno en esos primeros compases del Gran Premio de Brasil. Carlos Sainz subía al decimotercer lugar y Fernando Alonso al decimoquinto en el Gran Premio de Brasil.

Aprovechando que a sus espaldas se desataban las hostilidades, Hamilton ponía tierra de por medio. Aventajaba en 1.805 segundos a su escudero Bottas. Por detrás, un pelotón compuesto por un desatado Verstappen, junto a Raikkonen, Vettel y Ricciardo. Sí, el australiano de Red Bull ya estaba sexto en la séptima vuelta.

A esas alturas de la prueba, los monoplazas italianos sufrían con los compuestos medios, incapaces de alcanzar el ritmo de sus adversarios. Sin embargo, esto cambió tras superar la vuelta número 10.

Tan solo seis giros más tarde, Alonso entraba en boxes para perder mucho tiempo (más de 9 segundos) en una parada ho-rro-ro-sa. La tuerca de sujeción de la rueda trasera derecha parecía no estar bien ajustada. Para comprobarlo impidieron la reincorporación del asturiano a la pelea. Se acabaron así las pocas esperanzas del ovetense en el Gran Premio de Brasil.

Primeras paradas de Mercedes y Ferrari

Con sus habituales problemas de ‘blistering’ (ampollas), y para evitar que estos fueran a más, Mercedes ordenó a Hamilton y Bottas que cambiaran sus ‘zapatos’. Primero fue el turno del inglés en la vuelta 19 y una después el del escandinavo. Con ese movimiento, el ‘tulipán negro’ heredaba el primer puesto por delante de los Ferrari de Raikkonen (7.620 segundos) y Vettel.

El 44 de las flechas de plata, que volvía a la acción sexto, y el holandés ‘energético’, primero, iniciaban una batalla en la distancia por la cabeza de la prueba y por el triunfo final. Se perfilaban como los dos grandes favoritos para lo más alto del cajón.

Ocho vueltas después, La Scuderia que había estirado su stint, metía primero a Vettel para cambiar ruedas, y transcurridas un par de ellas más, hacía lo propio con Kimi. En la cima, cómodamente instalado seguía mandando Verstappen perseguido por ¡Ricciardo¡, Hamilton, Leclerc y Bottas.

Uno de los momentos clave llegó con el pit stop del 33 de Red Bull en el giro 36. Mad Max volvió a pista tercero y tras la parada de su compañero Ricciardo, el holandés tenía en el punto de mira a Hamilton, quien había recuperado la primera posición.

Con gomas más frescas y después de pegarse al 44 de Mercedes, le adelantó para colocarse en la cumbre provisional. El ritmo del neerlandés parecía definitivo e inalcanzable para el de las flechas de plata.

Un choque que deja a Max sin triunfo

Sin embargo, en una maniobra teóricamente rutinaria, doblar a un adversario, se produjo el golpe de teatro en el Gran Premio de Brasil. Sucedió en el giro 44. Esteban Ocon trató de desdoblarse de Verstappen, chocando contra el coche azul. El neerlandés sufría un trompo y se despedía de su más que posible triunfo. Vuelco en las alturas. Hamilton, con la suerte de los campeones, se encontraba comandando de nuevo la prueba.

A pesar del accidente, que había dañado su fondo plano, Verstappen rodaba a 5.226 segundos del inglés. Con los ojos inyectados en sangre por lo sucedido, ‘Mad’ Max apretaba los dientes y recortaba tiempo vuelta a vuelta a Lewis.

La emoción también se mantenía en los puestos posteriores. Ricciardo en el giro 49 se había comido a Vettel y diez después hizo lo propio con Bottas. El aussie, cuarto, había olido sangre y quería alcanzar la posición de Kimi, tercero. Y así se llegó a los últimos metros con Verstappen cerca del primero, Hamilton, y del australiano del tercero, Raikkonen. Pero ya no se moverían las posiciones hasta ver la bandera a cuadros del Gran Premio de Brasil.

Mercedes, Campeón de Constructores

Lewis, en un día redondo, firmaba su 72ª victoria en la Fórmula 1 y entregaba la Corona de Constructores, quinta sucesiva, a la formación de la estrella. Segundo y muy enfadado, Verstappen, por delante de Kimi. Cuarto, tras partir undécimo, Ricciardo, y quinto, Bottas. Un desdibujado Vettel finalizaba sexto.

En cuanto a los españoles, un día para olvidar. Sainz se quedaba con la decimosegunda plaza y su amigo Alonso, cinco más abajo. El Gran Premio de Brasil no ha resultado propicio para las mecánicas de los nuestros. Habrá que esperar al broche final del año en Abu Dabi.

Imagen principal: @F1.