El piloto de Suzuki, Joan Mir, se ha proclamado Campeón del Mundo de 2020 en su segundo año en MotoGP al terminar séptimo en el Gran Premio de Valencia, penúltimo asalto del Mundial, disputado en el Circuito Ricardo Tormo. Consciente de que lo importante era amarrar los puntos suficientes para coronarse, el balear se ha mostrado cauto e inteligente durante la carrera.

Al margen de la estrella de la jornada -y de la temporada-, la victoria en la segunda cita consecutiva en Cheste se la ha adjudicado Franco Morbidelli. Tras una espectacular batalla con el australiano Jack Miller -tercer podio-, el italo-brasileño del Petronas SRT ha sellado su tercer triunfo que le ha servido para escalar a la segunda plaza de la General con cuatro puntos más que Álex Rins, tercero, y 15 sobre Maverick Viñales, cuarto. Completando las plazas del champán, Pol Espargaró ha sumado su segundo podio consecutivo, quinto en un notable curso de despedida de KTM.

Volviendo a los protagonistas, día inolvidable para Suzuki que también se han asegurado el entorchado de equipos. Pero es más, si la próxima semana en Portimao, una de las máquinas de Hamamatsu finaliza por delante de una de las Ducati, conquistarán su primera Triple Corona en el curso que cumple su centenario la marca, 60 años en la competición y 20 desde el último título logrado por la fábrica nipona con el estadounidense Kenny Roberts.

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Un sólido y merecido campeón

Sin duda, su piloto español ha sido un brillante y merecido ganador del cetro… en su segundo año en MotoGP y Suzuki. A pesar de tratarse de una campaña que siempre será recordada por la pandemia y la ausencia de Marc Márquez, se ha mostrado muy constante. De hecho, al contrario que sus rivales, apenas ha cometido errores. Algunos de esos adversarios han visto mermadas sus opciones por lesiones, como el mencionado mito de Cervera. Por cierto, se convierte en su sucesor, quebrando una racha de cuatro entorchados consecutivos del genio ilerdense.

Pero no solo eso, además, el 36 ha sido capaz de doblegar a su compañero Joan Mir. Y es que no se puede obviar, que el catalán ha cumplido su cuarto ejercicio con la GSX-RR, toda una ventaja. De hecho, antes de arrancar el curso, la experiencia del corredor de Nois Barris le situaba muy por encima del balear.

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Para los que dudan de los méritos del mallorquín, ahí están sus siete podios en los útltimos 10 Grandes Premios. Antes, solo dos ‘ceros’, que además se produjeron en las tres primeras rondas. Ese dato lo dice todo. En un Mundial donde la irregularidad -9 ganadores distintos- ha sido la tónica general, el 36 ha impuesto su consistencia e inteligencia.

No en vano, cuando los números le han empezado a cuadrar, ha competido este año con la calculadora en la mano. Y en el momento del curso en el que más arreciaba ese yermo debate sobre si merecía coronarse un piloto sin victorias, llegó la suya en el pasado Gran Premio de Europa. Es más, ni tan siquiera ha necesitado apurar hasta la escala final en Portimao para coronarse. Y si bien, en público afirmaba que no tenía prisa por ocupar el trono, lo ha logrado en cuanto se le ha presentado la primera oportunidad. Así son los campeones.

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‘Morbydo’ domina de principio a fin

Respecto a la carrera, Morbidelli se ha mantenido al frente de la misma, conservando la pole desde la que partía. Tras el italo-brasileño del Petronas SRT, el australiano Jack Miller y el catalán Pol Espargaró, querían impedir su fuga y le han perseguido de cerca. Pronto, su compañero en la estructura asiática, Fabio Quartararo, se descartaba por el título tras caerse en el noveno giro. Antes había tenido que esquivar a Viñales y Mir en la curva 2 del primer giro para no embestirlos, regresando a la pista en vigésima posición.

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Luego, el desastre para un francés que ha decepcionado. Dominador del certamen hasta el Gran Premio de Aragón con tres triunfos, ha sucumbido a la presión que le ha atenazado. Por el contrario, las Suzuki han hecho buenos los pronósticos de remontada. Rins recuperaría diez puestos para acabar cuarto y Mir, cinco, para concluir séptimo. Pero no era el día para arriesgar más de la cuenta, sobre todo, el ’36’ se ha mantenido en un segundo plano, alejado de posibles sustos y emboscadas.

En el tramo final (cinco giros para la bandera a cuadros), Miller ha capturado a Morbidelli. En la vuelta definitiva de infarto en la que se han pasado varias veces, finalmente el 21 se ha llevado la victoria, por delante del australiano. Por su parte, Pol finalizaba tercero. Bonita estampa tras la prueba con todos los adversarios rodeando a Mir para transmitirle su felicitación.

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Imágenes del Gran Premio de Valencia: