Por H. Mayor – foto: f1.com | Ya casi lo tiene. La dinámica de los últimos meses habían dejado el Mundial encarrilado y en Austin ha quedado listo para sentencia. La evidencia sobre el asfalto es la de un gran Sebastian Vettel que sin embargo no puede competir con su gran rival por el título. Seis vueltas duró la emoción en Indianápolis, las que transcurrieron desde el impresionante inicio del alemán hasta el adelantamiento del británico para ponerse al frente de una carrera desde donde ya no se bajó.

Un competido fin de semana en Austin aventuraba una batalla final en la que Vettel quería jugar sus últimas bazas. La salida excepcional, en una compleja maniobra por el interior, le ponía al frente de la carrera y abriendo margen con Hamilton. Al final, quedaría como un hecho puntual e insuficiente ante el recio dominio que el británico está ejerciendo de forma global en este tramo decisivo de la temporada. En la sexta vuelta, este le pilló desprevenido y le sobrepasó dejando incluso una cierta sensación de facilidad.

Sólo la estrategia estuvo cerca de volver a cambiar las cosas en lo sucesivo. Al fin el mejor día de Ferrari en las últimas semanas, con Raikkonen también apretando para completar el podio, pero de nuevo a él y a Vettel mirando hacia arriba a Hamilton en la celebración. Tal y como queda ahora, hace falta algo más que un milagro para que Lewis no levante su cuarto título. 66 puntos de distancia a tres carreras del final, simplemente un quinto puesto en cualquiera de ellas confirmaría matemáticamente un Mundial ya decidido.

Carlos Sainz

El otro aliciente del fin de semana en Austin estuvo sin duda en la exhibición del español Carlos Sainz con su nuevo monoplaza Renault. Una carrera sólida en la que fue capaz de domar al Force India de Checo Pérez y añadir 6 puntos (séptimo puesto) a la causa de su nueva escudería (como curiosidad, Joylon Palmer sumó 8 en 16 carreras). Felipe Massa fue otro que pudo arañar el último punto en juego, en un mal día para Red Bull (abandono de Ricciardo y la bronca de Verstappen) y con la noticia habitual de un fallo de motor que, una vez más, arruinó una buena carrera de Fernando Alonso.