por R. Madorrán – foto: indycar.com

Los focos mediáticos hace meses que centran en el entorno de la Fórmula 1 los graves problemas que está teniendo Honda para proporcionar a McLaren un motor no ya competitivo, sino al menos fiable para correr. El bajo rendimiento de los equipos de la factoría nipona es sólo antesala de las constantes roturas y fallos que hacen que, a día de hoy, un piloto de referencia como Alonso sólo haya podido celebrar el haber terminado dos carreras.

Los problemas de rendimiento, la desastrosa temporada de McLaren, y las constantes informaciones apuntando a un cambio de suministrador, esta misma temporada y sobre la marcha, en la escudería británica, añaden presión a los trabajos forzados y desesperados de Honda por encontrar una solución. Una temporada de pesadilla en la factoría de Sakura que, sin embargo, va más allá, hacia otros frentes, con la IndyCar como principal. Un problema creciente y dañino para la imagen de Honda y su trayectoria.

Como si de una maldición se tratara, el paso de Fernando Alonso por las 500 millas de Indianápolis terminó igual que sus carreras en la F1: con una rotura del motor… Honda. Una escena que ilustra bien un problema que también se extiende a la Indy500, aunque no de una forma tan acusada. Ahora, según los responsables de Honda, los fallos «ya se han identificado». 

Soluciones

El trabajo de los ingenieros allí ha sido constante y complejo, ya que el fallo no se detectaba en los simuladores. Al parecer, una pieza que se ha estado usando durante tres años no se acoplaba a la nueva versión de motores utilizados este año, lo cual afectaba a diversas áreas de los propulsores.

Pero el problema, con todo, no se solucionará en breve ya que, según han declarado, la salida a esta encrucijada pasa por construir nuevos motores cuya incorporación a los monoplazas, con los planes de durabilidad que establece la categoría de 2.500 millas, llevará aún tiempo.

Honda ha reconocido que las mejoras aplicadas al propulsor este año, generaron una mayor cantidad de potencia, pero ello provocó que el resto de los componentes del motor sufrieran una máxima resistencia que llevaba la máquina al límite. En la 500 millas de Indianápolis lo experimentó Fernando Alonso, cuando rodaba como claro aspirante a la victoria. 

No tan grave

Al menos, en la IndyCar el panorama no es tan desolador como en Fórmula 1. A pesar de los percances, Honda también ha sumado allí importantes resultados, como la victoria de Takuma Sato en la Indy 500, la de Graham Rahal en Detroit y el liderato para Scott Dixon. Además, después de la Road America Honda lidera el campeonato de Marcas con 820  puntos a 46 delante de Chevrolet.

Parece que Honda está haciendo los deberes en la IndyCar… ¿Para cuándo la F1?