A la espera de que pueda arrancar el Mundial cuando lo permita la crisis del coronavirus, sus  organizadores se enfrentan a graves pérdidas económicas. No en vano, la compañía rectora del certamen, Liberty Media, deberá devolver unos 250 millones de euros.

Esa es la cifra resultante solo hasta la fecha por la cancelación y suspensión de los nueve primeros Grandes Premios del calendario 2020. Cabe recordar que los circuitos están obligados a abonar el canon por albergar las carreras con una antelación anticipación mínima de tres meses a su disputa.

Por tanto, todas las pruebas programadas hasta junio ya han cumplido con sus obligaciones en esa materia. Pues bien, todo ese dinero que ya han percibido ha de ser reintegrado.

Así las cosas, los rectores de la competición que derrocaron en 2016 a su anterior propietario, Bernie Ecclestone, tendrán que enfrentarse a una situación insólita en las siete décadas de existencia de la Categoría Reina. Por cierto, su antiguo patrón estaría dispuesto a recuperarla ofreciendo un precio a la baja.

Pero la coyuntura podría ser incluso peor en el caso de que, finalmente la pandemia impidiera la celebración de la presente campaña.

Los cánones millonarios de la ‘discordia’

La cuantía económica que reclamará cada uno de los nueve autódromos resulta enorme. En la cima de la lista se sitúan Azerbaiyán con unos 46 millones de euros anuales y Baréin con 42. En un escalón medio figuran Vietnam, algo más de 30, y China, unos 25.

Y algo más debajo de ese ranking figuran los 21 millones de España, 20 de los Países Bajos, otros 20 de Australia y ‘solo’ 18 de Canadá. Mientras, Mónaco está exenta de cualquier obligación financiera por su pedigrí histórico. Todas estas sedes suman unos 220 millones de euros a los que la Fórmula 1 deberá hacer frente en concepto de canon de los mencionados circuitos.

Pero aún hay algo más. También se deberá reintegrar el importe correspondiente a las entradas VIP, que podrían sumar un monto cercano a los 28 millones de euros.  Es decir, que la deuda a satisfacer rondaría los 250 millones.

Francia, ‘primera’ cita del año, también peligra

En cuanto al que ahora se ha convertido en el primer compromiso del año, el GP de Francia, se ciernen muchas dudas, dada la provisionalidad imperante en la especialidad. En este sentido, el presidente galo de Emmanuelle Macron ha comunicado que como mínimo hasta principios de julio, no se podrán producir concentraciones masivas en el país vecino.

Por tanto, la única solución viable para salvar la prueba en Magny-Cours pasaría por su celebración a puerta cerrada, o por su retraso. De lo contrario, le aguarda un futuro muy negro. Sea como fuere no habrá que esperar demasiado para conocer si se convierte en la décima ficha de dominó que cae en el tablero de la Fórmula 1.

La F1 busca salvar la temporada con varias opciones

Ante este panorama para su negocio, no es de extrañar el interés de Liberty Media para que arranque el Mundial lo antes posible. Su máximo responsable, Chase Carey, ha manifestado recientemente que desea poner en marcha la acción en el próximo verano.

Por ello, adelantó el habitual periodo vacacional a los meses de marzo y abril (tres semanas), habilitando agosto como mes apto para la competición. Sin embargo, todavía estar por ver que se pueden cumplir esos plazos.

Todo dependerá de la evolución de la pandemia. Además las autoridades locales tendrán la última palabra en cuanto a la autorización de estos eventos en sus territorios.

Los viajes del Gran Circo, otro problema

Por otra parte, también se estudia la posibilidad de modificar los formatos de los Grandes Premios, reduciéndolos de tres a dos días. Asimismo se habría planteado el hecho de disputar dos citas en un mismo autódromo, posiblemente restringiéndolo al territorio europeo.

De ese modo, se trataría de recortar los costes considerando que la mayoría de los equipos de la parrilla 2020 poseen sus fábricas en el Viejo Continente. Además, sería una medida que aliviaría las finanzas de las escuderías, muy deterioradas por la falta de ingresos ante la inactividad en la pista.

Así lo reflejan los Expedientes de Regulación de Empleo (ERTE) implementados por los conjuntos para tratar de mantener sus puestos de trabajo.

Imágenes deudas de la F1: F1.com