Helmut Marko, asesor de Red Bull, ha afirmado este viernes en la emisora de radio ‘OE3’ que «se disputarán dos Grandes Premios seguidos en Austria, una el día 5 de julio y otro el 12«, en lo que sería el estreno de la temporada de Fórmula 1 de 2020.

Las palabras del miembro de la escudería energética han sido refrendadas por otras afirmaciones de esa mismo medio de comunicación. Éste ha asegurado que «solo se podría evitar que se celebrara la Fórmula 1 en su país, si se produjera un segundo brote de coronavirus, puesto que actualmente el Red Bull Ring en Spielberg cumple con todos los requerimientos para albergar este tipo de eventos».

Después de estas aseveraciones, parece allanarse el camino para que la Categoría Reina pueda echar a andar en una temporada infectada por la pandemia.

Así lo demuestran también las conversaciones que mantienen los representantes de los Gobiernos de Austria y de Estiria, región que alberga el autódromo Red Bull Ring, con la compañía propietaria de los derechos de la Fórmula 1, Liberty Media.

En esas negociaciones no solo está están en juego que la Categoría Reina pueda echar a andar en poco más de un mes. También lo está  el hecho de poder aliviar la precaria situación financiera que golpea a los equipos más débiles de la parrilla.

Cabe recordar que, según establecen los contratos con los patrocinadores, si no se disputan las carreras, las escuderías no reciben sus ingresos.

Y son precisamente ésas las principales aportaciones económicas que sustentan los presupuestos de la parrilla. Conscientes de la grave coyuntura financiera, la Fórmula 1 ha salido a su rescate, adelantando importantes partidas económicas.

Un plan para acoger el GP de Austria

Ante la posibilidad de que los equipos de la Fórmula 1 puedan llegar a las instalaciones del Red Bull Ring,la Fórmula 1 ha desarrollado un programa piloto. Este se basa en la realización de análisis de detección del coronavirus a los 400 empleados del circuito y a los miembros del Departamento de Turismo de la región.

De este modo, todos los representantes de ambos colectivos que estuvieran libres de la famosa enfermedad, podrían estar presentes en el evento deportivo.

En cuanto a las medidas para los protagonistas del espectáculo, los equipos estarían obligados a aportar una certificación negativa de la enfermedad, de lo que se harían responsables los equipos.

Asimismo, el estricto plan reduciría el número total de integrantes de la F1 por debajo de los 2.000. Obviamente, las dos carreras se disputarían a puerta cerrada y con un número de periodistas muy reducido.

Mientras, la señal internacional de televisión sería ofrecida por la FOM que asegurara la retransmisión en directo con el menor número posible de técnicos.

Así las cosas, la propuesta planteada con anterioridad por el Doctor Marko va tomando cuerpo. Una de las posibilidades que han quedado en el aire sería la de poder celebrar una tercera prueba en el Red Bull Ring entre las que se celebrarían los días 5 y 12 de julio.

Sin embargo, después de ese hipotético doble compromiso austriaco con solo dos días por Gran Premio, que podría convertirse en el nuevo formato en el que trabaja la Fórmula 1, se abriría paso la incertidumbre. ¿Cuál sería la siguiente cita?

Silverstone se postula como un candidato. No en vano, los propietarios del circuito británico se han mostrado favorables a acoger dos carreras a puerta cerrada que tendrían lugar los días 19 y 26 de julio.

Respecto a este tema de la siguiente ronda, el propio Doctor Marko ha afirmado “que “está habiendo conversaciones con otros organizadores europeos”.

Imágenes: F1.