Las 4 claves del quinto título Mundial de Lewis Hamilton

Lewis Hamilton ha conquistado su quinta corona de Fórmula 1 en el pasado Gran Premio de México disputado en el Autódromo Hermanos Rodríguez.

Pero, ¿cuáles han sido las claves de un éxito histórico que le ha situado junto al mítico Juan Manuel Fangio, como el segundo piloto con más títulos de la Categoría Reina? Por cierto, el piloto británico ya tiene en el punto de mira los siete mundiales de Michael Schumacher, el corredor más laureado de todos los tiempos.

Desde el punto de vista meramente cuantitativo, en 2018 Lewis Hamilton ha ganado 9 Grandes Premios frente a los 5 logrados por su adversario de Ferrari, Sebastian Vettel. Además, el inglés ha hecho gala de una extraordinaria regularidad, visitando el podio en 15 de las 19 carreras, por 11 de su colega alemán.

Sin embargo, tanto el piloto de Stevage como su escudería Mercedes han exhibido unas fortalezas individuales y colectivas intangibles sin las que el pentacampeonato hubiera resultado imposible. Veamos cuáles son.

Hamilton: Capacidad de sufrimiento

Durante una buena parte de la temporada, especialmente hasta su primera mitad, el rendimiento del Mercedes W09 ha estado por debajo del Ferrari SFH71.

En el centro del problema se ha situado el elevado desgaste de los neumáticos al que sometía el coche plateado. Por primera vez en años el coche alemán se situaba por detrás del misil rojo.

Así, los de Brackley perdían en los Grandes Premios donde eran favoritos y también lo hacían en aquellos favorables a los intereses de Maranello.

Así, el arranque del año con dos victorias de Vettel en Australia y Baréin, no podía ser arrollador para el Cavallino Rampante, ni más deprimente para la marca de la estrella de tres puntas.

Sin embargo, en esa situación tan compleja y crítica, emergió la figura de Lewis Hamilton. Supo aceptar y adaptarse a las limitaciones de su W09 para exprimirlo al máximo.

Consciente de la situación de inferioridad mecánica, exhibió un estilo de pilotaje magistral, frío y calculador. De ese modo minimizó daños, perdiendo el menor número de puntos posibles con su rival teutón.

A pesar de estar acostumbrado a dominar con Mercedes en la era híbrida, Lewis Hamilton tuvo paciencia y nervios de acero para no desesperarse. Mostró una mentalidad positiva y mucha serenidad. Sabía que su momento llegaría a lo largo del año y se limitó a esperarlo sin cometer errores.

Precisamente, ahí estuvo otra de las claves: la ausencia de fallos que le restaran puntos con una conducción precisa y efectiva.

Fuerza mental, rapidez en la pista

Afrontar con éxito la coyuntura anteriormente descrita, requería de una gran determinación mental. Y ahí, el inglés se ha mostrado como el más sólido. Pero no solo para superar esos escollos -problemas de su coche-, sino para derrotar deportiva y psicológicamente a su enemigo por la gloria.

Lewis Hamilton le ha demostrado a Sebastian Vettel que en los ‘cuerpo a cuerpo’ era muy superior y que le tenía tomada la medida. De hecho, no ha habido un solo duelo entre ambos del que no saliera salido victorioso.

Además, cuando el Mercedes ha elevado sus prestaciones tras el ecuador del certamen, Lewis Hamilton no ha perdido la oportunidad de ‘aplastar’ a su rival.

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Así lo demuestran sus cuatro triunfos consecutivos y seis podios en las siete pruebas celebradas desde el regreso de las vacaciones estivales. Se trata de una racha increíble.

Desde finales de agosto, solo se ha ausentado del cajón en la última cita de México donde ya no necesitaba descorchar champán para coronarse. El nivel de conducción exhibido y su inspiración, le han hecho a Lewis Hamilton inalcanzable… con la colaboración de Ferrari.

Mercedes, un gran equipo

Sin el respaldo de una gran formación, el éxito histórico de Lewis Hamilton habría sido una quimera. En esta temporada, la capacidad colectiva de los chicos de Brackley ha dejado claro que también pueden desarrollar un gran trabajo en circunstancias desfavorables y bajo presión.

Mercedes ha sabido revertir la situación del arranque de temporada y subsanar las deficiencias de su monoplaza para darle una herramienta ganadora a su estrella. En este sentido, han trabajado muy duro para evolucionar su bólido hasta emparejarlo con la bala roja. A partir de ahí, Lewis Hamilton y los orificios de ventilación en las llantas de los coches alemanes, han hecho el resto.

Siguiendo con la importante labor colectiva, llegamos a las órdenes de equipo impuestas a Valtteri Bottas. Por ejemplo, el dócil escudero finés ha cedido la posición sin rechistar a su jefe de filas cuando era necesario (Rusia) o ha ralentizado el ritmo de carrera para obstruir a un rival como hizo con Raikkonen (Italia), facilitando la victoria de Lewis Hamilton.

Asimismo la estrategia, salvo algunos resbalones a principios de curso, ha resultado otro de los puntos fuertes de Mercedes. Sí, desde el muro también le han ganado la partida a los de Maranello.

Errores e inconsistencia de Vettel

Sebastian Vettel ha demostrado ser incapaz de rendir bajo presión y de sacar partido del mejor Ferrari de los últimos años. Esto ha quedado patente con sus numerosos errores (Azerbayán, Francia, Austria, Alemania e Italia), algunos impropios de un tetracampeón de la Categoría Reina.

Acostumbrado a brillar con un coche dominador, las dudas han atenazado al de Heppenheim cuando ha tenido que medirse con un monoplaza ligeramente superior al de los adversarios.

Y es que, a pesar de sus triunfos iniciales en Albert Park (Australia) y Sakir (Baréin), Vettel sabía que Hamilton ansiaba igualar las cinco coronas de Fangio. Pronto se arrugó y le tembló el pulso frente a la determinación del británico, lo que se tradujo en fallos inexplicables de pilotaje.

Entre los más trascendentes está uno que protagonizó en el Gran Premio de Alemania. Sebastian llegó a la cita de Hockenheim con ocho puntos más que Hamilton. Y se fue de ella 12 unidades por debajo del inglés. Cuando rodaba primero en la vuelta 52, se salió de pista en una zona incomprensible. Lo absurdo del desastre y la pérdida de 25 unidades que tenía en el bolsillo fueron una losa para él.

Por así decirlo, la puntilla a sus esperanzas y a las de los tifosi llegó en el otro Gran Premio de casa: Italia. Allí, en la primera curva de Monza trató de adelantar a su compañero Kimi Raikkonen que partía desde la pole. No lo consiguió y además se tocó con Lewis Hamilton al intentar superarlo. Como resultado de la desafortunada acción, hizo un trompo y tuvo que remontar desde el fondo del pelotón.

El germano terminó cuarto, mientras que el británico se llevó la victoria, el liderato y 30 puntos de ventaja del territorio Ferrari. Otro mazazo para la fragilidad de Vettel.

Desde entonces, convertido en un simple espectador de los cuatro triunfos sucesivos y la consecución del quinto título de Lewis Hamilton, no volvió a subirse a lo más alto del cajón. Su hundimiento, paralelamente al retroceso mecánico y al ascenso de Lewis, ha sido evidente. Si a esto le sumamos la gris aportación de Kimi Raikkonen, unas veces por la estrategia perjudicial de Ferrari y otras por su propia indolencia, no es de extrañar que el título se haya marchado camino de Brackley.

Por si estos condicionantes fueran poco importantes, las críticas de la prensa italiana han enrarecido el ambiente en el seno de una escudería que no ha acabado de reponerse de la muerte de su Presidente, Sergio Marchionne.

Para finalizar, la guerra civil soterrada por el poder dentro de Maranello también se ha reflejado en los resultados. Por cierto, parece que finalmente Maurizio Arrivabene, director deportivo de La Scuderia, será renovado.

Imágenes: Mercedes AMG.

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