Los 5 coches más dominadores del WRC: leyendas rodantes

Desde el nacimiento del Mundial de Rallys en 1977, los vehículos han compartido con los pilotos el protagonismo y conquistado el corazón de los aficionados. Y algunas de esas máquinas han pasado a la Historia por su aplastante superioridad.

Ese selecto club de los 5 coches más dominadores del WRC está compuesto por los modelos con más victorias y títulos en el WRC, en el que destacan los Lancia Delta, Subaru Impreza, Toyota Celica, Ford Focus y Volkswagen Polo.

Lancia Delta, el mito de la especialidad

Al margen de ser el vehículo más exitoso del WRC, el Lancia Delta está considerado por muchos expertos y aficionados del Motorsport el vehículo más emblemático de todos los tiempos.

Así lo atestigua su insuperable palmarés con 46 triunfos en siete temporadas (1987-1993) y diez títulos, seis consecutivos de fabricantes (1987-1992) y cuatro de pilotos con Juha Kankkunen (1987, 1991) y Miki Biasion (1988, 1989).

 

 

Después de que el Grupo B fuera prohibido, tomó el relevo el Delta del Grupo A. Tras la primera versión, el Delta HF 4WD, luego le siguieron los Delta Integrale 8v e Integrale 16v. La encarnación final fue el Delta HF Integrale Evoluzione en 1992, dos cursos antes de su despedida.

 

 

Subaru Impreza, el nipón de los seis títulos

Como sucesor del Legacy, un coche con éxitos pero sin títulos reseñables, el Subaru Impreza 555 protagonizó a partir de 1992 unas de las mayores etapas de éxito en la historia de la Categoría Reina.

Solo tres campeonatos más tarde, el Impreza guiado por el escocés Colin McRae se impuso en el Mundial de Pilotos y Constructores, con la estructura del Subaru World Rally Team, cuya corona colectiva revalidó en 1996.

 

 

Después de cinco temporadas de vida del Impreza 555, la versión del WRC llegó en 1997 y el equipo ganó el tercer Campeonato consecutivo. A nivel individual, Richard Burns y Petter Solberg se hicieron con los cetros de 2001 y 2003, respectivamente.

La firma japonesa abandonó el certamen al finalizar el ejercicio de 2008, tras imponerse en 46 carreras del WRC y en seis Mundiales gracias al Impreza.

 

 

Toyota Celica, el nipón que derrocó al mítico Lancia

El Toyota Celica GT-Four aterrizó en la especialidad en 1988 con la dura misión de destronar al hasta entonces invencible Lancia Delta. Y así fue. Porque tan solo dos cursos después protagonizó el cambio generacional con el Mundial que conquistó Carlos Sainz, padre del piloto de Fórmula 1.

 

 

Es más, después de que el Lancia abandonara el Mundial de Rallyes, el Celica tomó su relevo en la cúspide de la categoría. Así lo demostraron sus 30 triunfos, tres títulos de pilotos consecutivos entre 1992 y 1994 (Carlos Sainz, Juha Kankkunen y Didier Auriol) y los dos de fabricantes (1993 y 1994).

Además, el cohete oriental destruyó el dominio ejercido hasta entonces por los fabricantes europeos al tiempo que Toyota se convertía en la primera marca japonesa que alcanzó la gloria en el certamen.

 

 

Concretamente, se emplearon tres  evoluciones de los modelos Celica GT-Four y Celica Turbo 4WD (ST 165, ST 185 y ST 205) hasta que fueron reemplazados por el Corolla WRC en 1997.

 

Focus RS, el mito de Ford

Después de dos campañas del Escort WRC, fue reemplazado por el Focus RS WRC, segundo modelo de Ford bajo las especificaciones WRC. Obtuvo su primera victoria en el año de debut, a manos de Colin McRae.

La estrella escocesa compitió con el Focus hasta 2002, anotando nueve victorias, aunque la marca del óvalo no se alzó con ningún título en ese certamen.

 

 

Tuvo que esperar cuatro más para que en 2006, merced a los ocho triunfos certificados por la pareja finlandesa, Marcus Gronholm y Mikko Hirvonen, se anotara la corona de Constructores por delante de Citroën. Sin embargo, Gronholm perdió el Mundial de Pilotos por un solo punto frente a Sébastien Loeb.

 

 

Un curso más tarde, ambos escandinavos se adjudicaron otras ocho victorias, que hasta 2010 se elevaron hasta las 44, situando al misil americano en la tercera plaza de los coches más dominadores del WRC.

VW Polo, el segundo coche más exitoso

El Volkswagen Polo R WRC se mantiene como uno de las monturas más exitosas en menor tiempo. De hecho, en apenas cuatro temporadas (2013-2016), el cohete alemán pilotado por Sebastien Ogier se convirtió en un enemigo invencible.

Así lo atestiguan sus 43 triunfos y ocho coronas, cuatro de Constructores y otros cuatro de Pilotos consecutivos, palmarés que por Mundiales lo mantienen como el segundo más laureado de todos los tiempos.

 

 

Como prueba de su aplastante superioridad, el misil germano se impuso en 10 de 13 citas en 2013, 12 de 13 en 2014 y 12 de 13 en 2015, a las que se sumaron otras nueve victorias en 2016.

Sorprendentemente, ése fue el último año para Polo R WRC en el Mundial antes de que Volkswagen Motorsport anunciara su retirada del campeonato.

 

 

 

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