El Gilles Villeneuve de Montreal es uno de los circuitos más especiales de la F1, a la vez que un reto de máxima exigencia este fin de semana para toda la parrilla. Su asfalto de baja abrasión y la versatilidad de un trazado que combina largas rectas con cerradísimas curvas, que obligan a extraordinarios esfuerzos tanto del vehículo como del piloto para ajustarse a esos cambios. En datos: en cada vuelta el pedal de freno se mantiene presionado durante 11,7 segundos en total, es decir, aproximadamente una quinta parte de la carrera.

Hasta seis puntos del circuito suponen una carga al pedal superior a los 150 kilos. Entre ellos destaca el mítico Muro de los Campeones, una complicada curva que llega previa a la línea de meta y que recibe su nombre después de que en 1999, en un mismo fin de semana tres campeones como Villeneuve, Schumacher y Hill, se estrellaran en ella.

Con motivo del Gran Premio de este fin de semana, la multinacional Brembo, fabricante de discos de freno para automóviles de gama alta y competición, ha realizado una infografía del impacto que supone la gestión de esta curva: una frenada que se extiende a lo largo de 49 metros y en la que el monoplaza baja drásticamente de los 320 km/h a menos de la mitad. El punto alcanza un pico de 4,7 g, y una carga de más de 160 kilos sobre el pedal de freno.

El Muro de los Campeones será uno de los grandes retos este fin de semana para los pilotos del Mundial, a la vez un punto negro histórico (muchos más, empezando por el propio Vettel en 2011, se han estrellado ahí) y uno de los de mayor espectáculo de la temporada. Todo un desafío especialmente para los Mercedes, que pondrán a prueba la discutida versatilidad de sus monoplazas en su duelo cerrado con Ferrari.

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