El Consejo Mundial del Deporte del Motor de la FIA, junto a los equipos de la Fórmula 1 han aprobado este martes la ampliación del periodo de cese de actividad obligatorio en la Categoría Reina hasta las cinco semanas.

Con esta decisión, los protagonistas del Gran Circo tratan de hacer frente a la evolución de la crisis del coronavirus que también ha contagiado a la Categoría Reina y al resto de especialidades del Motorsport.

Cabe recordar que el órgano rector de la especialidad ya había decidido el pasado 17 de marzo aumentar de 15 a 21 jornadas las habituales vacaciones veraniegas, que además se habían adelantado a marzo y/o abril.

De este modo, se habilitó agosto, mes tradicionalmente inactivo, para reacomodar en esas fechas algunas de las carreras suspendidas, tratando de ganar tiempo frente a la emergencia sanitaria que ha trastocado los planes del Campeonato.

Así las cosas, y después de que se hayan pospuesto o cancelado las primeras nueve rondas del calendario, algo que jamás había sucedido en el Gran Circo, se han visto obligados a adoptar unas medidas excepcionales urgentes.

ERTEs en varios equipos para recortar gastos

La noticia de este martes se ha producido tan solo 24 horas después de los ERTEs (Expedientes de Regulación Temporal de Empleo) anunciados por Williams y Racing Point, que han seguido el camino marcado la semana pasada por McLaren.

Las tres fuerzas con sede en Inglaterra tratan así de reducir sus costes para paliar la drástica reducción de ingresos. Una buena parte de sus recursos económicos provienen de los derechos comerciales y de la publicidad generados en los Grandes Premios.

Y sin actividad en la pista, las cuentas no cuadran y algunos empleos de sus trabajadores podrían peligrar. Precisamente, las voluminosas plantillas de las escuderías -y los astronómicos sueldos de los pilotos– generan gran presión presupuestaria sobre los departamentos financieros.

Ante esta situación, los corredores de esos tres conjuntos han dado un paso al frente recortándose voluntariamente sus nóminas, al igual que sus principales directivos.

Una cascada de (nueve) cancelaciones

La temporada debería haber arrancado en el pasado mes de marzo con la disputa del GP de Australia. Sin embargo, apenas dos horas antes del inicio de la primera sesión de entrenamientos libres en Albert Park (Melbourne), se suspendió el evento.

Después le llegó el turno al GP de China, por tratarse del país donde se había originado la pandemia. Y a partir de entonces han ido cayendo las siguientes siete rondas como fichas de dominó.

Y cuando las esperanzas estaban depositadas en la novena cita, el GP de Canadá, programado para el 14 de junio en el Circuito Gilles Villeneuve, nuevo mazazo. Este martes se ha comunicado su suspensión.

Por tanto, ahora todos los focos se han trasladado al GP de Francia. En teoría, el trazado de Magny-Course acogería el inicio del Mundial de 2020 dos semanas más tarde, es decir, el 28 de junio.

Pero ya nada se puede dar por seguro, ni tan siquiera cuándo se levantará el telón del Gran Circo. De hecho, incluso el GP de Gran Bretaña, que albergaría el Autódromo de Silverstone en Inglaterra, se encuentra en el aire.

Comunicado oficial de la FIA

“Tras la aprobación unánime del Grupo de Estrategia de Fórmula 1, la Comisión y todos los equipos, el Consejo Mundial del Deporte del Motor ha ratificado por votación electrónica la decisión de extender el período de cierre de la Fórmula 1 de 21 a 35 días, que se hará afectivo en marzo, abril y/o mayo, para todos los competidores y fabricantes de motores. Las conversaciones adicionales sobre este tema permanecen abiertas entre la FIA, la Fórmula 1 y todos los equipos a la luz del impacto global en curso de COVID-19”.

Imágenes: F1.com