El Campeón del Mundo de Rallys 2003, Petter Solberg desea regresar al certamen de la especialidad. Pero en esta ocasión no sería al volante de ningún coche, sino como jefe de su propio equipo.

Así lo ha afirmado el ex corredor noruego que se retiró de la competición en la pasada campaña con una gira de despedida que concluyó en el Rally de Gales-Gran Bretaña.

Solberg ha reconocido que mantiene conversaciones con dos marcas para constituir su propia estructura, lo cual sería muy beneficioso para el campeonato.

No se puede obviar que, después de la marcha inesperada de Citroën a finales de 2019, el WRC solo cuenta con tres fabricantes: Toyota, Hyundai y Ford.

Así las cosas, apenas unos meses desde de su adiós a la acción, el nórdico desea seguir en contacto con su gran pasión: los rallyes. Si finalmente se concreta esta nueva aventura profesional, seguirá los pasos de otras grandes estrellas de la especialidad que tomaron el camino de esa nueva ocupación.

Por nombrar algunos de ellos, Malcolm Wilson, actual director de Ford M-sport, o Tommi Mäkinen, responsable deportivo y sucesor en Toyota de Ove Andersson.

No obstante, Solberg ha dejado claro que sus intenciones al frente de la futura escudería serían las de tener cierta independencia en la toma de decisiones.

“Quiero un equipo, pero a mi manera y sin intromisiones políticas. Quiero tener un objetivo claro, no de estrategias”, ha afirmado el también doble ganador del Mundial de RallyCross en 2014 y 2015.

A pesar de que Solberg no lo ha mencionado, tras conocer esta noticia se ha pensado inmediatamente en Subaru. Con el fabricante japonés conquistó la gloria en el certamen de Rallys de 2003.

Además su hijo, Oliver, quien en esta campaña se estrena a los mandos de un Skoda Fabia evo II que alterna con el Volkswagen Polo GTI R5 con el que debutó en el WRC en el Gran Bretaña 2019, también ha participado en algunas pruebas a lomos de la montura asiática, ahora asociada a Toyota tras atravesar diversas turbulencias.

Y precisamente hablando de la joven promesa de 18 años y último representante de la dinastía Solberg, este podría incorporarse a la disciplina de su progenitor, algo que todavía está por desvelarse.

“Estoy trabajando con un par de marcas para poder entrar en el WRC EN 2022. Sé el tiempo que se requiere para crear un equipo, desarrollar un coche y todos los elementos que pivotan alrededor.

No obstante, tengo las ideas claras, incluso las personas que quiero que estén a mi lado. De hecho, quiero a los mejores en cada área de trabajo”.

Aunque hace mención a un plazo temporal de dos años para poner en pie su ambicioso proyecto, es consciente de que la pandemia del coronavirus podría retrasar sus planes iniciales.

Por ello ha afirmado que “no tengo prisa, ya que soy consciente de que estamos en una situación de emergencia. Y si no es en el 2022, será en el 2023 o en el 2024. Pero tengo claro cuáles son mi sueño y mi objetivo: tener un equipo oficial y ganar”.

Posiblemente, contar con su talentoso vástago a quien tutela en sus primeros pasos en el certamen de la especialidad sería una gran alegría. Además, si finalmente no se materializa la nueva estructura hasta dentro de tres o cuatro años, Oliver tendría tiempo suficiente para adquirir la experiencia suficiente en el WRC para rendir al máximo junto a su exigente progenitor.

En su etapa como piloto en el WRC, Petter Solberg disputó un total de 190 rallys, logrando 13 victorias, 52 podios y 459 scratches. Debutó en el Rally de Suecia 1998 y se despidió de la especialidad en el Rally de Gales-Gran Bretaña 2019.

Imágenes Petter Solberg: Twitter oficial Petter Solberg.