Tras dos años de ausencia por la pandemia, el GP de Australia F1 regresa este fin de semana al Mundial para la disputa de la tercera cita de la temporada. Su icónica sede, el Circuito de Albert Park, será escenario de una batalla muy igualada e incierta.Y para añadir más emoción, los coches de la nueva era se estrenarán en un trazado tan desafiante como técnico y complicado, el cual, además ha experimentado importantes cambios en su configuración.

Empatados a un triunfo cada uno, Charles Leclerc (Ferrari), ganador en Baréin, y Max Verstappen (Red Bull), en Arabia Saudí, aspirarán a decantar la balanza a su favor en Melbourne. Todo hace suponer que se vivirá otro intenso combate entre los dos protagonistas en este comienzo de campeonato.

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A rebufo de ambos equipos se mantendría Mercedes. De momento, los alemanes parecen incapaces de eliminar el efecto rebote o ‘porpoising’, que está impidiendo exprimir el potencial de las flechas plateadas. Uno de los puntos de interés será comprobar el rendimiento de Lewis Hamilton tras su decepcionante actuación en Yeda, donde no pasó de un paupérrimo décimo puesto.

Respecto a los nuestros, Carlos Sainz afrontará el compromiso con la acuciante necesidad de terminar por delante de su compañero. Después de que éste le derrotara en las dos carreras previas, el madrileño debe dar un puñetazo en la mesa. De lo contrario, la fuerza de Maranello podría relegarle al papel de escudero de lujo, reduciendo sus opciones para luchar por la corona.

Mientras, Fernando Alonso tratará de regresar a la zona de puntos tras la avería en Arabia Saudí. Después de estrenar dos motores en otras tantas citas, la falta de fiabilidad del Alpine está lastrando sus opciones.

Al menos la escudería francesa estrenará algunas mejoras que podrían mejorar el rendimiento del A522., el cual, por cierto, ha abandonado su color rosa BWT para recuperar su azul característico. A pesar de todos estos inconvenientes, el asturiano se muestra optimista de cara al domingo.

No obstante, la formación de Enstone se encuentra lejos de los objetivos establecidos. Entrar en la Q3 y acabar entre los diez mejores parece el gris objetivo del asturiano, maniatado por las escasas prestaciones de un bólido que no está a su altura.

Uno de los alicientes será ver el ‘estreno’ de Sebastian Vettel este curso tras superar el COVID que le impidió competir en las dos pruebas precedentes en Baréin y Arabia Saudí. No obstante, el gran protagonista será el héroe local Daniel Ricciardo El simpático corredor de McLaren se está dando un baño de multitudes con sus paisanos, que le adoran.

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Ferrari defiende ambos lideratos

Por ahora, La Scuderia se ha mostrado como la formación más sólida, apoyada en un potente monoplaza guiado por una dupla de pilotos muy consistente, que no se han bajado del podio desde que arrancó la campaña. No en vano, la fuerza de Maranello lidera la Clasificación por Equipos con 78 puntos, 40 más que Mercedes y 41 sobre Red Bull.

Pero, la incógnita residirá en conocer si los italianos mantendrán su actual nivel durante todo el certamen, algo de lo que han adolecido tradicionalmente. En el GP de Australia F1 2022 no estrenarán ninguna actualización importante, frente a las previstas en Red Bull y Mercedes.

A nivel individual, el monegasco comanda la General de Pilotos con 12 puntos sobre su compañero español y 20 más que Verstappen, está exhibiendo su mejor versión. De hecho, se está mostrando más maduro y sin apenas cometer errores.

Respecto al madrileño, estará obligado a derrotar a su vecino de box, algo que no ha conseguido este curso. Urge que encuentre esos pequeños detalles en el reglaje del F1-75 que aún le impiden sentirse cómodo, manteniéndole una o dos décimas alejado de Leclerc.

De lo contrario, La Scuderia podría estar tentada de determinar una jerarquía. Y eso le relegaría al papel de segundo piloto, excluyéndole de facto en la pelea por el cetro.

Red Bull, dar caza a Ferrari

Después de protagonizar un doble abandono en la carrera inaugural en Sakhir, la escudería austriaca le devolvió el golpe a los italianos en Arabia. El balsámico triunfo de Verstappen se produjo tras un intenso y apasionante duelo, con una de las ventajas más exiguas de su equipo en los últimos tiempos: medio segundo. El holandés tratará de aprovechar esa inercia positiva para subirse a lo más alto del cajón en Melbourne por primera vez.

Junto al éxito del neerlandés, el podio de su compañero Checo Pérez en Yeda les ha situado en un ambiente de optimismo. Respecto al mexicano, ha dado un gran salto en su rendimiento. Tanto es así que sólo la mala suerte por la aparición del coche de seguridad evitó que luchara por la victoria un día después de firmar una pole estratosférica con la que derrotó a un asombrado holandés.

El de Gudalajara se encuentra en una situación similar a la de Sainz en Ferrari. Durante las próximas citas deberá demostrar que puede luchar por triunfos. De lo contrario, se convertirá en el subalterno del tulipán negro.

No obstante, no todo son alegrías en la estructura de Milton Keynes. El acuciante sobrepeso del RB18 les trae de cabeza a los de Christian Horner.

Mercedes, hundidos por el efecto rebote

La estructura de la estrella no encuentra el camino para regresar al éxito que saborearon ininterrumpidamente desde 2014. Acuciados por los problemas de rebote o ‘porpoising’, están por detrás de Red Bull y Ferrari.

Especialmente preocupante resulta la situación de Lewis Hamilton. El de Stevenage terminó en una sorprendente décima posición en Arabia tras arrancar cinco puestos más atrás al quedarse fuera de la Q2. Inaudito.

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Sorprende que un recién llegado como su compañero George Russell, quinto en Arabia, se haya adaptado mucho mejor a la ‘saltimbanqui’ flecha plateada que todo un heptacampeón. A priori, nada hace pensar que darán un giro de 180º en el GP de Australia F1 2022.

No obstante, estrenarán algunas actualizaciones para tratar de paliar un defecto (‘porpoising’), que otros equipos ya han solventado. Por cierto, el finlandés Valtteri Bottas se llevó el triunfo en la última visita de la Fórmula 1 a Melbourne en 2019.

Así es el ‘nuevo’ Albert Park

Tras su remodelación, el Circuito de Albert Park estrenará una extensión de 5.278 metros y 14 curvas, nueve a derecha y cinco a izquierda. Su nueva configuración ha eliminado la chicane de las curvas 9 y 10 para dejar paso a un sector más rápido, zona en la que se ha habilitado por primera vez una cuarta zona de activación de DRS.

Asimismo, la recta que desemboca en la curva 13 ha sido ampliada, al igual que las variantes 1, 3, 6 y 15 se han hecho más anchas. Se prevé que tras estos cambios la pista sea unos cinco segundos más rápida en un GP de Australia F1 programado a 58 vueltas y una distancia total de 306,124 km.

Puesto que se trata de una pista urbana con escasos tramos de aceleración, la velocidad punta y potencia de los motores pasarán a un segundo plano. De igual modo, la eficiencia aerodinámica no resultará esencial, debido a sus pocas curvas.

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Por el contrario, los ingenieros se deberán esforzar por encontrar el ‘set-up’ adecuado que favorezca el equilibrio de los monoplazas. Sólo así los pilotos encontrarán la confianza necesaria para exprimir al límite en un autódromo donde los errores se pagan muy caro.

Además, la tracción y estabilidad en curva resultarán capitales. Para añadir más dificulta, se desconoce cuál será el comportamiento de los bólidos de 2022, mucho más pesados, en esta desafiante pista.

Para concluir, el fabricante italiano de neumáticos Pirelli ha seleccionado los compuestos C2 ( color blanco) como los más duros, los C3 (medios) como los medios, mientras que los más blandos de la gama, los C5, actuarán por primera vez.

De ese modo, la firma transalpina se ha olvidado de los C4, optando por unas cubiertas que proporcionen un mayor agarre en una pista que combina zonas antiguas y nuevas y distintos niveles de adherencia.

Imágenes del GP de Australia F1: F1.com.