Sueño cumplido. El piloto del equipo Hyundai, Ott Tänak, ha ganado con gran autoridad en su país en el Rally de Estonia, cuarta prueba y reinicio del WRC, interrumpido desde el pasado 14 de marzo (Rally de México) por la pandemia del coronavirus.

Por detrás del corredor de Karla ha finalizado su brillante compañero Craig Breen, quien solo ha cedido 13,2 segundos. Extraordinaria actuación del irlandés, sobre todo, teniendo en cuenta que se trataba de su segunda participación del curso con la formación de Alzenau tras Suecia. Sin duda, la apuesta por el británico del director de Hyundai, Andrea Adamo, ha resultado muy acertada.

Cerrando las posiciones del champán se ha situado Sebastian Ogier con una desventaja de 24.9 segundos. Consciente de la importancia que tendrá la regularidad para coronarse en una campaña donde restan ya tres finales (Turquía, Cerdeña e Ypres), el hexacampeón galo ha sabido salvar los muebles en un compromiso donde los rivales capitaneados por el héroe local se han mostrado intratables. De hecho, ha logrado mantenerse al frente de la General con 79 puntos.

Cerrando la formación dirigida por Tommi Mäkinen, el finlandés Kalle Rovanperä se ha adjudicado la quinta posición a 1:24.7 del mejor, a pesar de ser penalizado el sábado con un minuto por un error de su copiloto Jonne Halttunen. El nórdico, que ya sumó su primer podio en la Categoría Reina del WRC, continúa con su proceso de aprendizaje y adaptación.

Y visto lo visto, se trata de un alumno aventajado. El talentoso novato ha marchado ni más ni menos que ¡cinco scrathes! (tramos nº 2,11, 13, 16 Y 17), incluyendo el ‘Power Stage’, que le ha reportado cinco puntos extra, que sumado a uno más por su clasificación final en el Rally de Estonia, se ha encaramado a la cuarta plaza con 55 unidades.

Tänak y Neuville; cara y cruz en Hyundai

En resumen, gran jornada para Tänak, ha certificado mucho más que una emotiva victoria ante sus paisanos, la decimotercera en el WRC. Porque es su primer triunfo con el i20 Coupé WRC. Además, desde el punto de vista anímico este éxito le acerca a la batalla por la corona al ascender al tercer puesto de la General con 66 puntos, a 13 de la cima.

El defensor de la corona se puso al frente de la carrera el sábado con una exhibición memorable, imponiéndose en tres de los tramos (3º,4 º y 8 º). Y a partir de ese momento, ha controlado a sus adversarios a placer, demostrando un ritmo inalcanzable. Además tuvieron la suerte de su parte. En el antepenúltimo tramo cometió un error, dañando la parte derecha de su i20, pero la Diosa Fortuna ya le había tocado con su barita mágica.

Y por si fueran pocos aspectos  positivos, la máquina surcoreana ha dado un salto de rendimiento, mostrándose muy eficaz en un escenario muy desafiante dada su altísima velocidad. De hecho, por fin han podido derrotar al Yaris WRC, algo que no se sucedía desde el pasado mes de enero en Montecarlo, donde se impuso Thierry Neuville.

Y hablando del belga, la felicidad no ha sido completa en Hyundai. Su otra gran estrella de Saint Vith tuvo que abandonar el sábado por problemas en su máquina. Y aunque se reenganchó a la carrera, concluyó decimoprimero y ha caído al quinto puesto de la Tabla, a 23 puntos de la cima.

Sin duda, un mazazo para el subcampeón 2017-2019, que ve cómo se descuelga de la lucha por el título puesto que tras la ronda báltica solo restarán tres más por disputarse.

Regresando al gran protagonista del evento, Tänak ha dado un golpe sobre la mesa. Desde que se estrenó a lomos del i20 Coupé WRC con un terrorífico accidente en Montecarlo, ha perseguido la primera victoria con su nuevo equipo. No lo consiguió ni en Suecia ni en México, por lo que ha tenido que esperar a llegar a su tierra para materializar este cuento de hadas.

Pero al margen del éxito deportivo, supone un rebulsivo moral. Hasta la fecha, el Yaris WRC, vencedor en las dos carreras previas, se había mostrado como un arma imbatible.

De hecho, el propio Tänak, mostraba sus dudas a la hora de afrontar el Rally de Estonia, dada exigencia y elevada velocidad media de la pruebas. Sin embargo, su máquina se ha mostrado extraordinariamente competitiva… al igual que el vigente campeón.

En definitiva, se ha vivido un gran espectáculo en la prueba número 600 del WRC que ha conseguido retornar a la acción tras varios meses en los que el certamen llegó a tambalearse por la situación sanitaria provocada por el maldito virus.

Un Mundial que se ha salvado por los pelos

De hecho, en ese periodo de cuarentena los organizadores del Mundial comprobaron con pavor cómo la práctica totalidad de las escalas originariamente programadas se iban cayendo de un infectado calendario.

Finalmente, en un movimiento tan desesperado como inteligente y eficaz han conseguido presentar cuatro finales. De ellas, solo dos pertenecen a los planes originales. Se trata de Turquía (18-20 septiembre) y Cerdeña (8-11 octubre), ésta última después de variar sus fechas. Mientras, las novedades han llegado de la mano de Estonia y de Bélgica.

Y es que la tradicional ronda valona del Europeo, Rally Ypres, bajará el telón del 19 al 22 noviembre) en la edición más atípica de una competición que se disputa sin interrupción desde 1973… y que a punto ha estado por primera vez en más de cuatro décadas de faltar a su cita.

Imágenes del Rally de Estonia. WRC.com