Por H. Mayor – foto: motogp.com | San Marino examina este fin de semana el nuevo orden en el Mundial de MotoGP. El pequeño estado transalpino y su siempre especial circuito de Misano son el escenario del reencuentro de Dovizioso y Márquez en el asfalto después del vuelco británico que otorgó el liderato al italiano tras la rotura inesperada del piloto de Repsol Honda.

«Pasamos página» son las palabras de Marc Márquez después de la rotura de su motor en Silverstone, un giro de guión imprevisto que pone el Mundial al rojo vivo a sólo seis pruebas del desenlace. Combinada su salida del circuito británico no sólo con el triunfo de Dovizioso sino también con el segundo puesto de Viñales, ahora sólo 13 puntos hay de margen entre ellos tres en su pelea por el Mundial, ya con Rossi y Pedrosa en principio demasiado descolgados. El ídolo italiano de forma ya virtual después de su lesión, para lamento de sus fans en San Marino. Yamaha ha adelantado además que no será sustituido, con lo que Viñales correrá solo.

Precedentes

Andrea Dovizioso entra en esta recta final como el gran tapado al inicio del Mundial, y sin embargo líder a estas alturas. Destrozada la hoja de previsiones de principios de temporada, el italiano tiene su próximo reto este fin de semana: nunca ha obtenido buenos resultados en San Marino, es más, el cuarto puesto ha sido su mejor hito allí. Tampoco es un trazado favorable para Ducati, con una única victoria (Stoner en 2007) y un podio (Rossi en 2012).

Con sus perseguidores al acecho, Dovizioso debe romper ahora esa tradición negativa en un trazado estrecho y sinuoso, poco favorable para su estilo y el de su escudería. Cinco grandes pruebas quedan por delante en el horizonte, hacia un final de temporada que, como ya preveía hace meses, va a ser no apto para cardiacos.