por H. Mayor – foto: f1.com

Una parte muy importante del destino de la prueba de Montreal quedó definido en la primera curva. Verstappen, en su versión efervescente, irrumpía en la bajada de bandera y en su ímpetu afeitaba el morro de Sebastian Vettel, que tenía que parar poco después a recomponer el daño. Por delante de todos, Lewis Hamilton hacía valer su histórica pole del sábado (en el recuerdo a Senna, al que iguala) y escapaba del bullicio hacia un horizonte de dominio incontestable y sin contratiempos. El británico confirmó el golpe y vuelve a estrechar un Mundial trepidante. 12 puntos le separan ahora del líder.

Las circunstancias de un arranque tan decisivo para la carrera ponen en valor el triunfo de Hamilton, pero también el cuarto puesto de Vettel. En boxes nada más empezar y ya casi sin opciones de competir con su gran rival en el Mundial, el alemán cambió sobre la marcha su plan y se adaptó a un nuevo escenario, arañando al final una cuarta plaza que amortigua daños mayores. Rodaba décimo octavo en la quinta vuelta y al final del día se quedó quizá a un par de ellas de saborear el tercer cajón del podio, que finalmente defendió Ricciardo.

Por delante, los dos Mercedes, que recuperan la sonrisa. Hamilton con un triunfo cómodo, firme y sin rival; Bottas en la efectiva contención, en un papel de escudero que definitivamente parece tener ya asumido. De fondo, también es necesario poner en valor el excelente ejercicio de recuperación realizado estas semanas por la escudería, para revertir casi todas las dudas que había despertado el W08, y por plasmarlo en un circuito exigente.

Abandonos

Uno de los causantes del follón inicial, Verstappen, abandonaría después en la undécima vuelta por avería. Por allí hubo otras víctimas colaterales: Grosjean (que pudo seguir), Massa, Sáinz. Espacio para los Force India, que sin hacer ruido se consolidan como cuarta fuerza. Después, y ya pasando al pelotón inferior, la labor de Hulkenberg en su Renault sigue arañando puntos para los franceses. Carlos Sainz cortó su progresión después del incidente en otro foco de la tormentosa salida, en su caso con Grosjean y Massa. La noticia fue los primeros puntos de Lance Stroll, precisamente en su tierra.

El otro español de la parrilla, Fernando Alonso, sumó otro abandono a una trayectoria desesperante. Exprimió de nuevo un vehículo anclado a ese infame motor Honda, y la rueda de abandonos le dejaron en posición franca para sumar los primeros puntos del año. Pero pasó lo de siempre: rotura de motor, esta vez a dos vueltas del final. McLaren mantiene la pesadilla intacta.