• Quique A. Martínez / foto: formula1.com

Austin se impregnó de acento español. En el día en que Hamilton alimentó sus esperanzas de Mundial, el mano a mano espectacular hasta la última vuelta entre Fernando Alonso y Carlos Sáinz centró todos los focos de atención, un auténtico duelo al sol que acabó con el asturiano quinto y su heredero sexto, con un desbordado Felipe Massa como damnificado por medio. Una carrera dinámica y preciosa en su término medio, dejando en la zona noble a un Nico Rosberg que no arriesgó y mantiene su plan hacia el título, ahora con 26 puntos de distancia con su compañero (y rival) de equipo.

El toque entre Bottas y Hulkenberg favorecía de Alonso de salida, ocupando el décimo puesto, desde el que fue progresivamente avanzando: el adelantamiento a Sergio Pérez en los primeros boxes y los abandonos de Verstappen y Raikkonen (desastrosa sucesión de acontecimientos la del segundo) le avanzaron hasta el séptimo. Desde ahí, una batalla primero con Massa, al que acabó superando en un ajustadísimo adelantamiento, y después con Sáinz, quien defendió su posición hasta casi el final exprimiendo un vehículo inferior.

El madrileño iguala su mejor marca del año, el asturiano se coloca décimo y a sólo dos puntos del noveno. Balance enormemente satisfactorio para ambos después de una gran carrera.

El avance de Hamilton

La cámara centró su atención en esa enorme batalla, dejando incluso en segundo plano la sólida carrera de un Lewis Hamilton que persigue su sueño ya casi sin red. El británico, esa vez sí, opositó desde el inicio con una salida imponente y el ‘apoyo’ de Ricciardo, colocado durante un tercio de carrera en segunda posición y haciendo de pantalla a la persecución de Rosberg.

El alemán fue esta vez el perjudicado en la salida, adelantado por el indomable australiano en la primera curva y sin poder superarlo hasta la segunda entrada en boxes. Rosberg tampoco arriesgó, primó la lógica mentalidad conservadora de quien maneja un colchón lo suficientemente amplio como para limitarse a contemporizar. Hamilton, sin sufrir tampoco contingencias externas, volvió a ganar varias semanas después, pero su sonrisa del momento es compartida con la de un rival que piensa en el medio plazo. 26 puntos quedan ya entre ambos.