por H. Mayor – foto: F1.com |

Fue uno de los momentos cumbre del loco tiovivo que fue el gran premio de Azerbaiján. Lewis Hamilton encabezaba la carrera, con Vettel detrás. En pleno safety car, el británico empezó una serie de bandazos a baja velocidad para calentar neumático, hasta un frenazo inesperado para el alemán, que le tocó por detrás. Vettel, enfadadísimo, aceleró y se puso en paralelo a Hamilton, golpeándole con intención en el lateral. La acción, mayoritariamente censurada en el paddock, obligó a ambos a pasar por taller, supuso una sanción de diez segundos al tetracampeón y cambió por completo el futuro de la carrera.

El loco desarrollo del Gran Premio de Azerbaiján terminó de explotar en la inesperada victoria de un Ricciardo que arrancó décimo y tuvo problemas mecánicos, y el no menos sorprendente segundo de Bottas, que superó al novato Stroll en la misma línea de meta, tras una excepcional remontada. En lo más alto, Hamilton no sólo quedó lejos de la victoria sino que además salió de Bakú con dos puntos más de desventaja con respecto a Vettel… y un considerable cabreo.

«Competimos como hombres, no hacía falta hacer algo así», explicaba un enfadado Vettel al término de la misma carrera, aún en caliente y para justificar su propia acción. Hamilton no se quedó corto en la respuesta: «Si quieres comportarse como un hombre, que lo haga fuera del coche, no tiene sentido lo que ha hecho, es una vergüenza, es un mal precedente y muy negativo para los jóvenes que nos ven».

Vídeo: el momento del conflicto entre Vettel y Hamilton

Tensión

La tensión abierta entre los dos campeones no ha mermado en estos días.»Ahora no es el momento de hablar, pero lo haré, hablaremos a solas para aclarar las cosas y seguir; no tengo ningún problema con Lewis, le respeto por el piloto que es», ha planteado Vettel, encontrando sin embargo una negativa por parte de su compañero y rival: «Yo sólo voy a hablar en la pista; necesito tiempo para reflexionar, pero lo que ha pasado es una falta de respeto. Aunque yo hubiera tenido una mala intención, no merecería este tipo de reacción», es la respuesta de Hamilton.

Para completar, el jefe de Mercedes, Toto Wolff, ha echado más leña al fuego: «Se acabó el respeto, esto es una guerra». De sobra es conocido el feroz carácter competitivo de Lewis Hamilton, que le ha llevado a una posición de no hacer muchos amigos en la parrilla, incluido su propio compañero Rosberg el año pasado cuando este le disputó (y ganó) el Mundial.

Su encontronazo en Bakú con Vettel lleva a otro plano la relación respetuosa pero no más allá de la corrección que ambos pilotos han tenido hasta ahora. Las palabras de Wolff terminan de dibujar el marco de una posible guerra abierta y sin concesiones entre los dos grandes aspirantes al Mundial. 14 puntos y un mundo sobre el asfalto les separan.