por M.C. – foto: @F1 | Suelen decir que lo importante no es cómo se empieza sino cómo se acaba, pero a veces los inicios marcan mucho el futuro: generan entusiasmo o, por el contrario, pesimismo… El Australia GP de Fórmula 1 celebrado este domingo en Melbourne puede ser un ejemplo de ello. La primera de las 21 carreras que componen la temporada de F1 2018 ha servido para alimentar esperanzas, en unos casos, para dar avisos, en otros, y para provocar preocupación y dudas en otras escuderías.

La primera esperanza vino de la Scuderia Ferrari. Los italianos tiraron de estrategia para superar la potencia de Mercedes. Y es que cuando todas la quinielas, los tests y las sensaciones, es decir, todo, ponían a Lewis Hamilton como favorito destacado del resto, con pole position incluida, se demostró que la fortuna y la estrategia también corren en los monoplazas. Así, aprovechando la presencia de los dos Ferrari en los primeros puestos (el segundo Mercedes, el de Bottas, estaba lejos tras salir atrás por un error en la clasificación del sábado), los de Maranello jugaron al despiste con Kimi Raikkonen entrando a boxes cuando el safety car hacía acto de presencia tras la avería de Romain Grosjean. Y Hamilton le siguió. Entre tanto, el alemán Sebastian Vettel aprovechó para darle la vuelta a la situación y liderar la carrera.

Aunque quedaba más de la mitad la carrera, Hamilton ya no pudo ponerse por delante de número 5 de Ferrari. Desesperado en ocasiones, y emparedado entre Vettel y Raikkonen, el británico acabó la cita de Albert Park en segunda posición, escapándosele el triunfo como ya ocurriera el año pasado.

Fernando Alonso, la vuelta a la competición

Fuera del podio también hubo emoción y sorpresas: unas agradables, otras no tanto. El piloto local, Daniel Ricciardo (Red Bull) se quedó cuarto, de nuevo fuera del podio en su tierra… Los Haas, que tan buenas sensaciones habían dado en los test y en la clasificación acabaron fuera a mitad de carrera, aunque dejaron muestras de que tienen potencial.

Pero quizás una de las noticias del fin de semana fue algo que todos, tanto fans como odiadores, querían saber: si Fernando Alonso podía a ser competitivo a lo mandos del McLaren-Renault. Y aunque nadie hubiera apostado a ciencia cierta sobre qué iba a pasar en Australia, dada la incertidumbre mostrada en la pretemporada, el español logró un quinto puesto ilusionante. Para lograrlo tuvieron que unirse varios ingredientes: estrategia en el momento de la salida del safety car, cierta fortuna, y, posteriormente, pericia en el pilotaje, defendiéndose ante la presión de Verstappen (Red Bull), más potente a priori. Según el propio Alonso: “Se acabó el invierno…”. El tiempo lo dirá…

Del resto de protagonistas, Carlos Sainz se quedó en una décima posición en principio discreta, pero buena si se tienen en cuenta los problemas técnicos y físicos que sufrió el piloto de Renault. Los Honda de Toro Rosso no terminaron, dando señales de que la mejoría presupuesta en la pretemporada no ha sido tan grande como se decía… Williams no termina de arrancar. Force India está en tierra de nadie…

Por ello, aunque los inicios solo son los inicios y no son definitivos, sí que son representativos o pueden marcar los finales. Habrá que ver si el paso de las semanas y las carreras modifica estas primeras sensaciones de la Fórmula 1.