Por M. C. – foto: diariosport.com | Arizona era el último paso para alcanzar la gran final de Miami y se cumplieron las expectativas: hubo emoción, intensidad y sorpresas. La primera sorpresa, quizás, fue la victoria en el circuito de Phoenix Race Way de Matt Kenseth, un piloto que ha sufrido varias adversidades esta temporada, con fallos mecánicos y también errores humanos.
Sin embargo, el mayor interés de la prueba lo tenía la resolución de los cuatro pilotos que definitivamente correrán la Ford EcoBoost 400, este próximo domingo 19 de noviembre, en el circuito de Homestead-Miami Speedway. Con tres de los finalistas ya decididos, Martin Truex Jr., Kyle Busch y Kevin Harvick, el desenlace de la plaza vacante estuvo dominado por la tensión competitiva.
Cinco hombres (Denny Hamlin, Ryan Blaney, Chase Elliott, Jimmie Johnson y Brad Keselowski) se disputaban el último puesto para la gran final y se vendió caro el asiento. Denny Hamlin y Chase Elliott mantuvieron una lucha brutal, con contacto incluido, que terminó con Hamlin fuera de carrera (a pesar de su buen inicio de jornada en el que todo hacía presagiar que sería finalista) y con Elliott firmando de nuevo un segundo puesto que no le sirvió para ser finalista en Miami. De todo ello se vio beneficiado Brad Keselowski que por sus puntos acabó haciéndose con el último lugar que daba derecho a la final four de Florida.
Tras esta prueba, dos Ford y dos Toyota lucharán por hacerse con el gran título de la Monster Energy NASCAR Cup 2017… este domingo.
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