LE MANS | Porsche sobrevive a 24 horas dramáticas y suma su tercera corona seguida

por H. Mayor – foto: lemans.org

Una carrera de 24 horas de duración da para mucho, su dinámica escapa a lo que estamos acostumbrados. La importancia de una pole, incluso de una pole de crono histórico, es relativa; y al contrario, quien parece descartado tiene luego opciones de reengancharse y ganar. La 85 edición de las 24 Horas de Le Mans este domingo tuvo de todo, es más, fue una edición con especiales tintes de dramatismo en muchas fases. El resumen está en un nuevo triunfo final de Porsche, remontada incluida, otro descalabro de los Toyota y el avance de la segunda categoría, muy cerca de hacer historia en el podio.

Parecía un fin de semana donde al fin la escudería nipona tocaría el cielo en una prueba mítica, extenuante y de máxima exigencia tanto para sus sofisticadas máquinas y a sus pilotos. La pole histórica de Kobayashi animaba a Toyota, pero en un contexto de carrera a tan largo plazo, el desarrollo es otro. Allí se ven circunstancias como un vehículo remontar nada menos que 20 vueltas y ganar, 24 horas dan para eso y más. Por medio, la caída de los Toyota y la errática marcha de los Porsche permitió soñar a los LMP2 (segunda categoría) con el triunfo final, algo inédito. Los Oreca 07 de Rebelion y el equipo del actor Jackie Chan dominaron la prueba y soñaron durante muchas vueltas, hasta verse superados por el Porsche ganador a sólo una hora del final.

El Porsche número #2 de Timo Bernhard, Earl Bamber y Brendon Hartley fue el que celebró finalmente el triunfo, después de una jornada de luces y sombras. Con apenas tres horas y media de carrera, el prototipo entró en boxes con una avería en el motor eléctrico de la rueda delantera izquierda. El problema se alargó durante 19 vueltas, el tiempo perdido hasta el regreso a pista. Desde ese regreso, una remontada cargada de factores.

 

El declive de Toyota

El fundamental fue el descalabro de Toyota. Lanzados por la pole de Kobayashi, los japoneses dominaron la prueba en sus inicios, incluso con autoridad. Pero primero fue el prototipo #8 de Sebastian Buemi, lo que parecía algo menor acababa siendo un grave problema del motor eléctrico y un largo proceso de reparación.

Después, tras el primer safety car, el #7 de Kobayashi se quedaba sin embrague y no lograba llegar a boxes, quedando fuera de la prueba. Y poco después, el #9 de Nicolas Lapierre chocaba con un LMP2 y se quedaba también fuera de la carrera. El horizonte quedaba limpio para Porsche, aunque también tendría trabajo por delante. El 919 Hybrid #1 asumía el liderato de forma holgada, hasta que a las 11.15 horas de la mañana, con Lotterer al volante, un nuevo problema de motor le retiraba de la prueba.

El panorama cambiaba. El Oreca 97 #38 de Jackie Chan se colocaba como sorprendente líder, ya en las últimas horas de carrera, seguido por Rebelion. No lograron aguantarlo hasta el final. Un error y la consiguiente sanción para el #31 de Rebelion allanaba el camino a la remontada vertiginosa del Porsche #2, de vuelta a la carrera como última bala de los de Stuttgart. A sólo una hora del final daban finalmente alcance al LMP2 del actor chino y lo superaban, ahí sí, con facilidad por potencia.

Resistencia

El triunfo de Porsche es el tercero consecutivo y su número 19 en las 24 Horas de Le Mans. En esta edición, asentado en la capacidad de resistencia ante las incontingencias y el poder llegar vivos al final. Toyota se queda esta vez con un dominio de la prueba durante las primeras nueve horas y un descalabro en las horas de la noche, con dos de sus prototipos fuera de combate en horario temprano y el tercero a casi 30 vueltas de distancia en la línea de meta.

Clasificación

 

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