A pesar de acabar quinto en el Rally de Australia, Sébastien Ogier ha conquistado su sexto Mundial de Rallys (WRC) consecutivo mientras que el Campeonato de Constructores se lo ha adjudicado Toyota.

La victoria en las Antípodas fue para Jari-Matti Latvala, seguido de Hayden Paddon y Mads Ostberg. Un extraordinario broche final para una de las temporadas más apasionantes de los últimos años.

Ogier dobla el pulso a Neuville y Tänak

El segundo título consecutivo y último de Ogier con el equipo M-Sport Ford, que le sitúa a solo tres de su compatriota y tocayo Loeb, se ha decidido en los tramos postreros del domingo. Sus dos rivales por el título, Thierry Neuville y Ott Tänak, han fallado, sirviéndoselo en bandeja de plata.

Neuville, primero, y Tänak (Ford Fiesta WRC) después, han sufrido sendos incidentes en la decisiva jornada del Rally de Australia. El belga, presionado al estar lejos de Ogier ha cometido un error.

Con el Hyundai i20 Coupé WRC ha dañado y arruinado sus opciones al asalto del Mundial, que continúa resistiéndosele. La sombra -y experiencia- de Ogier es demasiado alargada para él… y para cualquiera.

En cuanto al tercero por la batalla final, Tänak, más de lo mismo. El estonio de Toyota, el aspirante peor colocado de los tres por el Mundial, sabía que debía arriesgar. El Rally de Australia sería para él un cara o cruz; un todo o nada.

Pero, la fortuna no ha estado de su lado. Y eso que en la jornada del sábado demostró un gran estado de forma al ponerse líder. Auguraba que al día siguiente se jugara el triunfo con su compañero Latvala, a la espera de los errores de sus enemigos deportivos.

Sin embargo tras el error de Neuville, Tänak chocó en el SS23 con su Ford Fiesta WRC contra un árbol en el Rally de Australia. Adiós a sus aspiraciones. Ambos fuera de combate y la gloria, sin necesidad de jugársela en el ‘Power Stage’, sonreía al mítico Ogier.

Con su sexto certamen en el bolsillo, el francés se adjudicaba ese parcial. No obstante, el triunfo del último Rally del año lo ha firmado Jari Matti Latvala con una ventaja de 32 segundos sobre Hayden Paddon (Hyundai i20 Coupé WRC) y 52 frente a Mads Ostber (Citroën C3 WRC).

Ogier, oficio y talento para remontar

Sebastien Ogier ha sabido remontar en la recta final del curso. No cabe duda que ha impuesto sus galones. De hecho, se reenganchó a la pelea por el título al ganar el Rally de Gales-Gran Bretaña. Allí cortó una racha de tres victorias seguidas de Ott Tänak, el corredor más fuerte y favorito en esos momentos.

En la siguiente cita, culminó su escalada. Se puso primero en la General en la penúltima prueba del certamen, el Rally de Cataluña, destronando a Neuville, quien había sumado cuatro victorias hasta esa carrera. Una combinación de maestría y suerte le han otorgado con todo merecimiento un nuevo trofeo.

Con esta nueva corona, el monarca francés, ha extendido su reinado absolutista en la categoría, aumentando su palmarés como una de las leyendas que habitan en el Olimpo del Motorsport.

Toyota, Campeón de Constructores

Desenlace esperado en el Campeonato de Constructores en el Rally de Australia. Al igual que sucedía por la corona de pilotos, llegaban tres adversarios en la pelea por marcas: Hyundai Shell Mobis WRT, M-Sport Ford WRT y Toyota Gazoo Racing. Gracias a la victoria de Latvala y los infortunios de los corredores de Hyundai, Neuvillle y Mikelsen, la escuadra japonesa se ha llevado la gloria con 27 puntos de ventaja.

Tras su regreso en 2017, la formación nipona ha descorchado el champán 19 años después. Dicho éxito ha sido posible gracias a las cinco victorias conquistadas por Tänak y Latvala.

Imagen principal: WRC.