Fernando Alonso cambia de dorsal para las 500 Millas de Indianápolis 2019. No lucirá el 29 con el que debutó en el Indianapolis Motor Speedway en 2017. Concretamente, el próximo 26 de mayo buscará conquistar la legendaria carrera y la Triple Corona del Automovilismo con el número 66 . Así lo ha comunicado McLaren, la escudería británica con la que el español competirá en el mítico Brickyard.

Tras difundirse la noticia, los fans del asturiano y del equipo de Woking se han preguntado qué razones han motivado este cambio de guarismos. Conociendo al conjunto inglés, está claro que detrás de la decisión se esconde algún factor de peso que lo justifica.

Tampoco ‘El Nano’ deja al azar ningún detalle de su trayectoria profesional, ya sea en la IndyCar, el Mundial de Resistencia o cualquier especialidad en la que compita.

El número 66, un dorsal ganador para McLaren

Resulta que el 66 tiene una fuerte carga histórica y simbólica para el equipo del Reino Unido. Con ese número pintado en la carrocería de un McLaren, los ingleses sumaron su primera victoria en  las 500 Millas de Indianápolis. Fue el 27 de mayo de 1972.

El estadounidense Mark Donohue al volante del chasis M16 propulsado por un motor Offenhauser y bajo la dirección de Roger Penske, inauguró el brillante palmarés de la escudería de Woking en la cita americana.El piloto nacido en Haddon Township (New Jersey) invirtió tres horas, cuatro minutos y cinco segundos en completar las 200 vueltas que le abrieron las puertas del Olimpo de la especialidad. Al Unser llegó tras él a 3:10.95 segundos y cerró el podio Joe Leonard con una desventaja de 4:12.07 segundos.

El número 66 siempre había estado vinculado a la asociación deportiva entre Donohue y Penske. De hecho, ambos compitieron juntos en cinco participaciones (1969-1973) en las 500 Millas de Indianápolis. Anteriormente, también habían competido juntos en otras especialidades, pero habían recibido la bandera a cuadros con el dorsal 6.

La fortuna del número 66

En su primera presencia en la prueba de 1969, Donohue y su equipo Penske tenían la intención de inscribirse con el dorsal 6. Sin embargo, les resultó imposible porque estaba reservado para el corredor Al Foyt. Entonces se decantaron por el número 66.

Y parece que les dio buena suerte. Mark partió desde la cuarta plaza de la parrilla y finalizó séptimo. Ese resultado, sensacional para un debutante, le permitió alzarse con el Premio al Novato del Año.

En la edición de 1970 se clasificó quinto y acabó la carrera segundo, nuevamente con el dorsal 66 y a bordo de otro Lola. Un curso más tarde (1971), el equipo Penske cambió ese coche por el McLaren M16 pintado de azul oscuro. Aunque Donohue arrancó segundo tuvo que abandonar, curiosamente en la vuelta 66, por un problema en la transmisión de su vehículo.

Ya en 1972, llegó el triunfo de Donohue a los mandos del nuevo M16B. Se puso al frente de la prueba durante los últimos 13 giros, realizando una gran exhibición de poderío. De hecho, el número 66 estableció un nuevo récord de promedio de velocidad.

Como dato anecdótico, aquella fue la primera ocasión en la que el número 66 se subía a lo más alto del podio. El piloto de New Jersey y su dorsal talismán compitieron juntos por última vez en 1973. Tomaron la salida en tercer lugar, pero un fallo en el motor les obligó a decir adiós.

Tras la marcha de Donohue, la escudería Penske solo volvió a emplear el famoso dorsal en una nueva ocasión en la IndyCar500. Fue en 2001, cuando Gil de Ferran, actual director deportivo de McLaren, terminó segundo por detrás de su compañero Helio Castroneves.

A nivel global, el número 66 solo se repitió seis veces, mayoritariamente en las décadas de los 80 y 90.

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