Audi ya dio muestras del potencial que atesora en su estreno competitivo en el Rally Dakar 2022, donde lograron cuatro triunfos de etapa. Pues bien, tras ese prometedor debut en la prueba más dura del Planeta Motorsport se han adjudicado el primer trofeo.

A bordo del temible RS Q e-tron Quatrro híbrido, Stéphane Peterhansel y Edouard Boulanger se han impuesto con casi media hora de renta en el Abu Dabhi Desert Challenge (6-10 de marzo), segunda cita del Campeonato del Mundo Rally Raid de la FIA (W2RC).

Tras este brillante éxito, la pareja francesa y la firma alemana han hecho Historia al cosechar la primera victoria a lomos de un prototipo híbrido, concretamente electrificado. Sin duda, el misil de los cuatro aros está llamado a dominar con mano de hierro la especialidad de los rally-raids.

Fruto de la versátil y eficiente máquina alemana, los tripulantes galos han firmado una plácida actuación, sin errores ni sobresaltos. Tanto es así que apenas han sufrido ningún contratiempo, más allá de un pinchazo en la segunda etapa que les hizo perder algo más de un minuto.

Completando las plazas del champán, el checo Martin Prokop (Ford) ha concluido segundo a 29 minutos y 49 segundos del ganador Peterhansel, un puesto mejor que el polaco Kuba Przygonski (MINI), tercero en la General tras ceder 1h 28 minutos y 53 segundos.

Paseo de Peterhansel tras una avería de Al-Attiyah

A pesar de sus indudables méritos deportivos, se debe subrayar que apenas han contado con oposición en la competición en Oriente Medio. En este sentido, el reciente tetracampeón del Dakar, Nasser Al-Attiyah, sufrió un problema en el inicio del Abu Dabhi Desert Challenge, dejándoles el camino libre a los del equipo de los cuatro aros.

Favorecido por dicha circunstancia, y con el horizonte despejado de su principal adversario y uno de los grandes favoritos en el duelo emiratí, Peterhansel sólo ha tenido que sacar la calculadora.

Curtido en mil batallas, se ha dedicado a gestionar con maestría su ventaja sin mayores dolores de cabeza que mirar por el retrovisor para vigilar  -con una comodísima renta- al resto de adversarios.  De hecho, ni tan siquiera ha tenido de llevar al límite a su innovadora montura en cuatro de los cinco últimos días de la prueba.

A sus 56 años, Monsieur Dakar ha conquistado por octava vez la ronda de Abu Dabi, ampliando un palmarés inigualable. Ni las temperaturas superiores a los 40º C ni el durísimo recorrido, compuesto por un mar de traicioneras dunas con más de 1.800 kilómetros, han podido detener a esta leyenda del motor.

Al-Attiyah gana cuatro de las cinco etapas

Respecto a Al-Attiyah, perdió todas sus posibilidades en los kilómetros iniciales del Abu Dabhi Desert Challenge. Un salto demasiado ‘optimista’ en la primera etapa provocó la rotura de la suspensión de su Toyota Hilux. Herido en su orgullo por el suceso que le apartó de la batalla por el triunfo final, apretó los dientes para demostrar su velocidad sobre la arena. ¡Y vaya que si lo hizo!

Después de la avería ganó las cuatro etapas restantes. Con ese orgullo de campeón, trató de compensar las 16 horas de penalización impuestas por no acabar la primera especial. A la postre concluyó en quinta posición en la General, por detrás de la dupla del Bahrain Extreme Raid, Sébastien Loeb y su copiloto Fabian Lurquin.

Precisamente, el nonacampeón del WRC también sufrió problemas en la etapa inaugural, pero al contrario que el catarí no demostró tener ritmo para pelear por ningún triunfo parcial. A pesar de ello, el reciente ganador del Rally de Montecarlo se marcha del Golfo Pérsico líder del Mundial W2RC con 111 puntos, uno más que Al-Attiyah, quien ha cosechado 20 puntos por las victorias de etapa.

Imágenes de Abu Dabhi Desert Challenge: Audi Sport