El piloto de Toyota, Kalle Rovanperä, ha logrado en el Rally de Estonia su primer triunfo del WRC, reeditando el éxito de su padre Harri dos décadas después. Además, el finés volador ha hecho Historia al convertirse en el ganador más joven de todos los tiempos con 20 años y 260 días. Curiosamente, ha desbancado en este récord de precocidad a su actual jefe de equipo, Jari Matti Latvala, vencedor con 22 años y 313 días en 2008.

Intratable desde el viernes cuando se puso al frente de la prueba báltica, el ‘69’ ha aventajado a los Hyundai del irlandés Craig Breen y del belga Thierry Neuville en 59,9 segundos y un minuto y doce segundos, respectivamente. Cerrando el top 5 han concluido los compañeros de Toyota y contendientes al título, Sébastien Ogier y Elfyn Evans.

A pesar de ese cuarto puesto, el francés ha aumentado su renta al frente de la General sobre su enemigo galés. Con la calculadora en la mano y sin cometer errores, el mito de Gap ha vuelto a salir victorioso de otro difícil envite.

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Gracias a este éxito, Rovanperä ha escalado a la cuarta plaza de la Clasificación del Mundial de Pilotos. Suma 82 puntos, 66 menos que el líder. Precisamente, en lo más al alto de la General se mantiene Ogier. El vencedor en Montecarlo, Croacia, Cerdeña y Rally Safari Kenia ahora cuenta con 148 unidades, 37 más que Evans, segundo, cada vez más lejos del galo. Mientras, Thierry Neuville sigue siendo el mejor de Hyundai en la Clasificación del Mundial con 96 puntos, a 52 de Ogier.

Por cierto, la crisis de la fuerza de Alzenau continúa acrecentándose. Tras este nuevo fiasco ya suman cinco citas consecutivas -seis en total- sin vencer en el presente Mundial. No es de extrañar que en la tabla de Constructores estén segundos con 256 puntos frente a los 315 de los líderes japoneses.

Rovanperä, dominio desde el viernes

Regresando al gran y único protagonista, el nórdico ha logrado el triunfo en un territorio que conoce como la palma de su mano. En esta nación báltica y en Letonia comenzó a correr puesto que allí se puede competir con menos de 16 años. Ya se sabe que los genios tienen prisa -nunca mejor dicho- por dar inicio a sus hazañas.

La exhibición del as de Toyota ha resultado portentosa en un velocísimo y complicado compromiso, trufado de saltos.  Así, desde los compases iniciales del Rally de Estonia se situó al frente de la prueba para mantenerse en esa posición de privilegio con una combinación de velocidad y mesura, controlando a los rivales.

En la primera especial del Rally de Estonia marcó el mejor crono, cediendo el liderato en los dos siguientes tramos del viernes. No obstante, tras ser el más rápido en cinco especiales consecutivas (SS3-SS7) demostró que iba a ser el enemigo a batir.

Ese ritmo brutal que imprimió durante el viernes le permitió irse a dormir como líder, con 8,5 segundos sobre un destacado Craig Breen. Tercero había acabado el otro i20 Coupé de Thierry Neuville, a 53,4 segundos.

Cerrando el top cinco, el líder del WRC, Seb Ogier, y su compañero y perseguidor, Elfyn Evans, con una desventaja de 59,4 segundos y de un minuto y quince segundos, respectivamente. Para entonces, la afición ya estaba desolada con el abandono de su ídolo tras sufrir tres pinchazos y una salida de pista en el bucle matinal del Rally de Estonia.

Sábado, Rovanperä aumenta su ventaja

Apoyado en un arranque brutal, Rovanperä extendió su ventaja hasta concluir el sábado con 50,7 segundos sobre Breen, segundo. En la tercera plaza, pero ya descolgado para el triunfo, se mantenía Neuville. El belga había cedido un minuto y veinte segundos. Un puesto más abajo, Ogier seguía gestionando la carrera.

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El heptacampeón finalizaba el sábado cuarto, a un minuto y treinta y ocho segundos de la cima. Sin embargo, para entonces el francés tenía en la mente el título, y no tanto el Rally de Estonia. El de Gap estaba tranquilo con su principal enemigo por la corona tras él.

De hecho, Evans no podía mejorar su quinto puesto. Por tanto, las cinco primeras plazas se habían mantenido inalteradas respecto al viernes, pero aumentando el espacio entre los contrincantes. En una lección magistral, Tänak había conquistado seis scracthes consecutivos (SS11-16), compensando así a su decepcionado público.

Domingo, Rovanperä controla a sus rivales

De ese modo se llegó a la jornada final. Para deleite de sus paisanos, Tänak también marcó el mejor crono en tres parciales, incluyendo el Power Stage. Sin embargo, esa demostración de fuerza no tendría impacto en la General del Rally de Estonia.

En la cúspide, Rovanperä ya tenía maniatados a sus perseguidores de Hyundai. Breen, segundo no podía reducir distancias con el escandinavo de Toyota. En tercera posición Neuville volvía a salvar la honra de los surcoreanos con su quinto podio del curso.

Una estrella emergente

Desde hace mucho tiempo, Kalle Rovanperä está considerado un niño prodigio de los rallys. Su técnica y destreza ha asombrado a los especialistas de este deporte. Y para consagrarse sólo le restaba una gran proeza que le encumbrara.

En el pasado Rally de Finlandia ya dio un primer paso hacia la élite de la especialidad. Allí, ante sus paisanos se convirtió en el corredor más joven en subirse al podio y en liderar el Mundial con 19 años y 139 días.

Sin embargo, desde aquel éxito su rutilante estrella parecía eclipsada. De hecho, en las posteriores cuatro citas no había brillado como se esperaba de un astro de estas dimensiones. Pero sólo se trataba de un paréntesis.

Tänak, decepción en casa

El héroe local no ha podido revalidar el triunfo logrado en casa en 2019. Tras su enésimo error e infortunio con Hyundai, el de Kärla quedó fuera de combate a las primeras de cambio.

Durante el bucle matinal del viernes sufrió tres pinchazos que le obligaron a abandonar. Su agresiva conducción le está apartando del champán en una temporada muy decepcionante.

Con tantos fallos resulta imposible aspirar a nada. Enrabietado por lo sucedido en la jornada anterior, el sábado encadenó seis scratches consecutivos. Pero ya no servían para la Clasificación del Rally de Estonia.

Imágenes del Rally de Estonia: Toyota WRT.